El agua, que sin duda es un recurso tremendamente valioso, ocupa un papel cada vez más destacado en las estrategias corporativas y de inversión
MADRID. Actualmente, el agua ha pasado a ser conocido como el 'oro azul'. Además de ser una pieza fundamental de las economías domésticas y mundiales -y de haberse convertido en un segmento clave dentro de los programas de protección del clima-, ocupa un papel cada vez más destacado en las estrategias corporativas y de inversión. El agua es un recurso muy valioso, y en nuestra rutina encerramos ciertas prácticas como dejar el grifo abierto mientras nos lavamos los dientes, o mientras nos enjabonamos, acciones que pueden llevarnos a desperdiciar hasta doce litros de un recurso muy valioso.
No obstante, el cambio climático y el incremento de la población están haciendo que este recurso sea cada vez más escaso y, por ello, de mayor importancia en el ámbito económico. Ante la situación global actual, se ha demostrado que las empresas de agua pueden ofrecer una rentabilidad estable a los inversores. El futuro crecimiento del sector del agua es muy predecible, pues va en línea con la población mundial y con el impulso adicional generado por la mejora en las condiciones de vida.
En este contexto, si analizamos el potencial que tiene la gestión del agua en los mercados de valores, podemos ver su relevancia. El índice S&P Global Water, que es uno de los índices bursátiles más importantes dentro del sector de este recurso y que incluye a las cincuenta empresas de agua más grandes y líquidas del mundo, fue calculado por primera vez hace 19 años. Desde entonces, este índice ha cuadruplicado su valor.
Las acciones de agua son defensivas y tienden a presentar un valor estable. No obstante, muchas de estas empresas operan en mercados regulados donde los precios del agua los establece el Estado. El consumo del agua en las viviendas, en la agricultura y en las empresas industriales depende casi por completo de los ciclos económicos. Este tipo de inversiones presentan dividendos que, si bien no son excesivamente elevados, son estables. Por lo tanto, y al ofrecer a los inversores la oportunidad de tener una rentabilidad estable, las acciones de agua son adecuadas para invertir a largo plazo y diversificar los activos de mayor riesgo. Es probable que, a medio plazo, los precios se vean apoyados por las continuas adquisiciones dentro del sector hídrico.
Si nos centramos en los inversores, para ellos aparece una ventaja más en el sector del agua, ya que muchas empresas alcanzan una inversión sostenible teniendo en cuenta su modelo de negocio. Así, los inversores y los gestores de activos eligen, en muchas ocasiones, acciones orientadas a los criterios ESG o a los ODS para lograr un impacto positivo en el planeta y ayudar a asegurar la supervivencia del ser humano a largo plazo.
Por último, cabe destacar que como sucede con otras temáticas de inversión, los inversores deberán ser pacientes con las acciones de agua. Es posible que a las empresas particulares les lleve un tiempo generar beneficios sostenibles que se traduzcan en una rentabilidad para los inversores. Así, si se quiere invertir en el 'oro azul' como una adición defensiva a una cartera diversificada, se deberán repartir las inversiones tanto como sea posible. En otras palabras: es necesario tener en cuenta los diferentes mercados finales, los sectores y las regiones que existen en el marco del sector hídrico mundial.
Equipo de Análisis de DWS