VALÈNCIA. La idea de que puedan subir las mascotas domésticas en los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de València no cuenta con el apoyo de los empleados. Así lo confirman fuentes sindicales presentes en el comité de empresa: la entrada de animales domésticos a los buses puede traer problemas, no sólo a los propios conductores, sino también a otros usuarios del servicio.
El Ayuntamiento de València, y concretamente el área de Movilidad Sostenible de Giuseppe Grezzi, pretende acometer modificaciones en el reglamento de la EMT y este agosto lo sacó a participación pública. Pero más allá de las propuestas que pueda recibir, una de las líneas que el consistorio quiere trazar en la nueva regulación del transporte público, cuyo borrador inicial se entregó a los sindicatos, es el permiso para que las mascotas domésticas puedan acceder a los buses.
Es una de las intenciones que tanto Grezzi como la edil de Bienestar Animal, Gloria Tello, han venido anunciando desde que entraran a formar parte del equipo de gobierno local en 2015. Ahora bien, no gusta nada a las organizaciones sindicales. Consultadas por este diario, varias de ellas han trasladado su desacuerdo en este punto porque auguran que acarreará problemas.
"En el Comité estamos totalmente posicionados en contra", revela uno de los representantes sindicales, aunque advierte que se trata de una posición a priori que próximamente acabarán de perfilar en el Comité de Empresa. "Las mascotas son animales y pueden defecar u orinar en los autobuses", advierte dicha fuente, que también se pregunta: "Si una persona es alérgica a los animales, ¿qué hacemos? ¿a quién le digo que se baje?".
Sin embargo, lo que más teme son posibles enfrentamientos con usuarios que puedan retrasar o perjudicar el funcionamiento de las líneas. "No sé si la dirección no mira más allá de los titulares o lo hace para crear tendencia, no lo entiendo", se lamenta.
Pese a la contundencia del este representante, otro perteneciente al sindicato CGT, no rechaza la idea al entender que "los usuarios habrán pedido estas modificaciones" y que "se van a dejar entrar mascotas pequeñas siempre y cuando vayan en transportín y con las correspondientes limitaciones en caso de alergia y otros problemas con los usuarios". Asimismo, apunta que "el reglamento da la potestad total de decidir al conductor".
El reglamento data de 2005 y su renovación está dando los primeros pasos. Hasta el próximo 8 de octubre estará abierto el período de consulta pública, en el que cualquier particular podrá trasladar sus propuestas al consistorio. Después del proceso de consulta previa, el expediente irá a la Junta de Gobierno y al Pleno. Una vez haya pasado ese trámite, el texto volverá a ser expuesto públicamente para recoger nuevas aportaciones antes de su aprobación definitiva, que se prevé antes de que finalice el año.