ALICANTE. La Sociedad de Reestructuración Bancaria (Sareb) tendrá que acudir a la vía ejecutiva para recuperar el crédito de más de 12 millones que le adeuda la promotora alicantina Grupo Empresarial La Cañada SA, participada por la familia del constructor alicantino Joaquín Rocamora, expresidente de Coepa y del Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca) y por la valenciana Mari Carmen Lladró, de la segunda generación de los fundadores de la archiconocida empresa de porcelanas.
La empresa de Rocamora y Lladró, que impulsaba un proyecto (fallido) de complejo turístico con campo de golf en la localidad alicantina de Onil, entró en concurso de acreedores en 2017 precisamente por la deuda financiera que en ese momento mantenía con la Sareb, que ascendía a 17 millones de euros. La declaración de concurso la forzó además la parte de los Lladró en una junta extraordinaria, tras perder en la Audiencia Provincial el recurso contra la reclamación de la Sareb.
Cinco años después, el juzgado de lo Mercantil número 2 de Alicante ha dado por concluido el concurso de acreedores, forzando a la Sareb a mantener la reclamación contra Grupo Empresarial La Cañada por la vía de la ejecución hipotecaria. La razón es que el resto de acreedores, la mayoría vinculados de una u otra forma a los socios de la promotora, se ha retirado bien por la cesión de sus créditos, bien por la condonación de la deuda o por la renuncia a seguir reclamando el crédito que tenían reconocido.
Llegados a este punto, y con la Sareb como único acreedor en el concurso, y además con un crédito privilegiado (en razón de la garantía hipotecaria), el administrador concursal consideró en su último informe que no era necesario mantener el procedimiento concursal, y el juez le ha dado la razón en un edicto firmado a finales de abril y que se acaba de inscribir en el Registro Mercantil. En este edicto, además, se informa de que la deuda con la Sareb se ha reducido hasta los 12,76 millones de euros.
Fuentes del conocido como 'banco malo' explicaron a preguntas de Alicante Plaza que, por el momento, la reclamación contra la promotora se mantiene por la citada cantidad, y que agotado el concurso de acreedores (la resolución del juzgado es firme), la Sareb no tiene más remedio que optar por la vía de la ejecución hipotecaria. Es decir, adjudicarse (en otro proceso judicial distinto) los terrenos del proyecto fallido que la promotora puso como garantía para obtener la financiación bancaria que ha terminado en manos del 'banco malo'. "Tenemos que cobrar de alguna manera; si no es en efectivo pues intentaremos rentabilizar los suelos", razonan.
Grupo Empresarial La Cañada no es la única promotora que pusieron en marcha juntos los Rocamora y los Lladró. Como ha contado este diario, otros muchos proyectos compartidos sí llegaron a buen término en la pasada década. La sociedad entre la familia de empresarios valenciana y la alicantina llegó a principios de 2015, con dos actuaciones en La Vila, mientras que otras dos promotoras de capital compartido se crearon para ejecutar dos urbanizaciones distintas en Mutxamel: en el Valle del Sol y la partida de Les Penyetes. A día de hoy, de hecho, aún quedan varias promotoras con los Lladró y los Rocamora como socios que siguen activas.