VALÈNCIA. (EP) Las farmacias rurales y de viabilidad económica comprometida (VEC) de la provincia de Valencia contarán con una aportación extra de 60.000 euros gracias a una subvención de 30.000 euros aportada por la Diputació de Valencia y otros 30.000 aportados por el Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos (Micof).
Esta iniciativa responde a la "preocupación" que ha mostrado el Micof por la "delicada situación de estas farmacias", que "se encuentran mayoritariamente en áreas con poca densidad de población debido a su envejecimiento y a la falta de servicios, entre otros aspectos, y que realizan una labor sanitaria esencial", ha indicado la institución en un comunicado.
Tras la reunión mantenida entre ambos organismos en el mes de noviembre de 2020 para abordar un análisis de sostenibilidad de las farmacias rurales de la provincia, en el que se recogía la situación actual a partir de un documento elaborado por el Micof, se procedió al estudio de la situación por parte de la Diputación, lo cual ha desembocado en un acuerdo al que se ha llegado recientemente para conceder sendas subvenciones.
El objetivo de la colaboración es solucionar el actual estado de las farmacias rurales y también lograr, a largo plazo, una sostenibilidad de estos establecimientos rurales y una mejora de la salud de los habitantes de las poblaciones en las que se ubican.
Con las ayudas concedidas por parte la Diputació de València y el Micof a las farmacias rurales y VEC, se podrá destinar un 50% a mejoras y adecuaciones de la oficina de farmacia, renovación de material informático, gastos de alquiler y suministros como el agua, luz, teléfono, entre otras.
Mientras, el otro 50% de la ayuda percibida se dedicará a la formación y educación a la ciudadanía, que compromete al beneficiario la realización de actividades formativas para mejorar la atención sanitaria de los pacientes de la localidad, lo que supone impartir de 2 a 4 charlas anuales a los habitantes de su zona. Parte de esta subvención también servirá para poder cubrir los gastos colegiales de funcionamiento de estas farmacias.
Estas subvenciones, que tendrán que solicitar al Micof aquellas farmacias que cumplan los requisitos, se otorgan aparte de las deducciones contempladas en el Real Decreto Ley 9/2011, de 19 de agosto, aplicables a las farmacias VEC y que, en muchos casos, "son insuficientes, ya que, según nuestros cálculos, se producían déficits en las cuentas de las farmacias de alrededor de 5.000 euros", según ha señalado el presidente del Micof, Jaime Giner.
Tanto la despoblación como el continuo descenso de los precios y márgenes de los medicamentos en los últimos años ha llevado a la farmacia rural a una situación crítica de inviabilidad económica a corto-medio plazo.
"Si a ello unimos la incapacidad de conciliar vida familiar y profesional por un exceso de servicios de urgencias, una carencia casi absoluta de servicios que dificultan la labor profesional y unas malas comunicaciones que dificultan la capacidad de asistir a cursos de formación presenciales, nos encontramos con una situación en la que, sin medidas urgentes que palien la situación económica actual de la farmacia rural, se podría llegar a su casi total desaparición, lo que supondría un duro golpe para nuestro modelo farmacéutico", ha explicado Giner.
Para el presidente del Micof, ayudar a mantener la farmacia rural no es solo mantener el empleo de sus farmacéuticos, "es garantizar una atención sanitaria integral en núcleos poblacionales amenazados por el despoblamiento, teniendo en cuenta que la capilaridad de la red de farmacias permite llegar a puntos geográficos a los que apenas llega la atención médica y eso las convierte en un servicio esencial", ha manifestado Giner.
El máximo representante de los farmacéuticos valencianos ha mostrado su satisfacción por la sensibilidad de la institución provincial hacia este colectivo de farmacias que necesitan más que nunca el apoyo de la administración y de su Colegio para seguir subsistiendo. "La farmacia rural tiene un papel clave en la asistencia sanitaria del mundo rural por su proximidad y versatilidad y garantiza el acceso equitativo y universal al medicamento a la población más sensible y en riesgo de exclusión social, que es, mayoritariamente, la que reside en esos pequeños municipios", ha declarado.
Esta población presenta tres características comunes: envejecimiento, pluripatologías y bajo nivel de renta y ello genera, en la mayoría de las ocasiones, dificultades para desplazarse a otros municipios de mayor tamaño para acceder a los distintos servicios sanitarios, lo que convierte al farmacéutico rural en "el único referente sanitario presente en su municipio de forma constante", ha destacado Jaime Giner, quien ha advertido asimismo de que, generalmente, el papel del farmacéutico en el medio rural se extiende más allá del acceso al medicamento y adquiere en estas zonas un peso "más asistencial", ha concluido.