VALÈNCIA. La ola de protestas de agricultores y ganaderos en España no cesa. Bajo el lema #AgricultoresAlLímite el campo se moviliza para denunciar su situación "límite" y "la falta de futuro" para sus explotaciones agrarias debido, principalmente, a la baja rentabilidad y los bajos precios. El detonante de que hayan comenzado el 2020 en pie de guerra fue el aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) por el aumento de costes. Pero no es el único problema. A ello se suma la caída de precios, la competencia desleal y las guerras comerciales.
Un malestar que ha desencadenado en la convocatoria de manifestaciones y protestas por todo el territorio nacional en defensa de sus intereses, promovidas por las tres principales organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA y a las que también se ha sumado Cooperativas. En València, será el 14 de febrero cuando saldrán a la calle en tractores para denunciar "la situación límite que atraviesa el sector agrario y reclamar a las distintas administraciones que "plasmen una serie de medidas a corto, medio y largo plazo que garanticen una rentabilidad digna para los productores valencianos".
Este pasado miércoles, la cita tenía lugar en Madrid. Varios centenares de agricultores madrileños se concentraban frente a la sede del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) con una gran pancarta que rezaba Salvemos el campo de Madrid", mientras coreaban consignas como 'El campo no se vende, se defiende', 'Nos pagan poco y os cobran de más' o 'Sin campo, no hay vida'.
Una situación que ha llevado al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, a iniciar una ronda de reuniones con las empresas de la gran distribución para abordar los problemas del sector agrario y buscar soluciones. Unos encuentros que comenzaban ayer miércoles con representantes del grupo Carrefour.
El titular de Agricultura aseguraba, el pasado martes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que es necesario establecer una visión y una responsabilidad colectiva de que los agricultores y ganaderos merecen "apoyo y reconocimiento". "El diálogo con las grandes empresas de la distribución es fundamental, todos los eslabones son necesarios, pero la distribución eficiente y moderna es parte de la solución del problema", recalcaba Planas.
La Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), que cuenta entre sus asociados con Mercadona, Dia, Coviran, Alimerka o Ahorramas, señalaba en un comunicado estar "abierta al diálogo" para encontrar "soluciones" al problema de los precios, pero advierte de que éstas no deben pasar por "encarecer" los precios de la alimentación. "Compartimos la preocupación de los agricultores y estamos abiertos al diálogo para buscar soluciones entre todos y ver en qué podemos ayudar desde la distribución", aseguraba su director general, Ignacio García Magarzo.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES), Aurelio del Pino, apelaba al "diálogo serio" para ayudar a la mejora de la rentabilidad de las explotaciones agrarias a medio plazo. "Reiteramos nuestra voluntad de diálogo y colaboración con el sector agrario y las administraciones públicas en los términos de rigor y profesionalidad a través de los foros multilaterales que ya existen o abordando problemas concretos que se pongan de manifiesto, con lealtad, profesionalidad y pleno respeto a la ley", recalcaba.
También la Asociación Nacional de Grandes Superficies (Anged), que engloba a empresas como El Corte Inglés, mostraba su disposición a colaborar en la búsqueda de soluciones de la cadena agroalimentaria y ayudar al campo español a mejorar su dimensión empresarial y orientar su producción al consumidor actual.