VALÈNCIA. Los ingenieros agrónomos de la Comunitat Valenciana le han vuelto a sacar tarjeta amarilla al Ayuntamiento de València. El Colegio de Levante (que incluye la Comunitat Valenciana y Baleares) acaba de presentar un recurso de reposición al consistorio por su concurso para director del Centro Mundial de Alimentación. El concurso ya llamó la atención en su día por el elevado salario del elegido, por encima de los 60.000 euros al año, equivalente al de un concejal, y por el hecho de que era sólo para periodistas.
La limitación a este tipo de profesionales, exclusivamente, ha provocado la indignación entre profesionales de la industria alimentaria así como de la Medicina. En un caso en concreto, el colegio oficial de ingenieros agrónomos, este malestar se ha traducido en una acción concreta. Previo paso a una hipotética denuncia, los agrónomos han presentado un recurso potestativo de reposición contra el concurso.
Los ingenieros agrónomos reclaman que el concurso no sea cerrado y se les incluya como profesionales especializados de la industria alimentaria, conocedores de toda la cadena de producción y distribución. En su recurso reclaman que el concurso no se cierre sólo a unos profesionales, sino que se haga lo más abierto posible.
Desde el Ayuntamiento de València se justificaron en que su intención es que el Centro de Alimentación sea, no un espacio de investigación, sino de divulgación y difusión. Así, fuentes del equipo del alcalde de València, Joan Ribó, consideraron que si atendiesen a las reclamaciones de los agrónomos también deberían abrir el concurso a, por ejemplo, profesionales de la Medicina. Una propuesta que los agrónomos secundaron.“Nosotros no buscamos la exclusión de nadie; reclamamos nuestra inclusión por todas las razones que se exponen en el recurso”, explicaron.
La argumentación judicial de los ingenieros agrónomos es muy clara. En primer lugar consideran que cualquier licenciado de su especialidad reúne los requisitos que se reclaman para director. “Si se analizan las funciones que ha de asumir la persona directora del Centro, y que se recogen en la base segunda del Anuncio, pronto se advierte que las mismas pueden ser ejercidas con mayor capacidad técnica e idoneidad que cualquier otro titulado por los Ingenieros Agrónomos”, aseguran. Y recuerdan que los titulados en periodismo y en comunicación audiovisual “no tienen formación alguna en temas de alimentación”.
Para ellos la no inclusión de la titulación de Ingeniero Agrónomo o equivalente vulnera el principio de igualdad, “pues se reconoce el acceso a otras titulaciones cuyos conocimientos no son más amplios ni específicos que los que ofrece la profesión de Ingeniero Agrónomo”. Asimismo aseguran que rebasan el límite de la potestad organizativa de la Administración, toda vez que limitan de entrada el acceso a un puesto de trabajo público a dichos titulados sin motivo que lo justifique, lo que, desde su punto de vista, “constituye una actuación arbitraria restrictiva de derechos, e implica una desviación de poder al no atenderse al principio de capacidad”.
Fuentes del colegio insistieron en que están dispuestos a ir a los tribunales si fuera preciso, como ha sucedido en otras ocasiones con el Ayuntamiento de València o con los de otras localidades, como por ejemplo Manises.
El concurso también ha sido recurrido por un partido de la oposición, el PP. La concejal Beatriz Simón ha presentado un recurso de reposición por considerar que el hecho de que el concurso sea sólo para periodistas es una “discriminación” para aquellos candidatos que, dice el recurso, “teniendo una titulación adecuada para el puesto ofertado no puedan participar del mismo al estar excluidos”.
Para los populares “la limitación en las bases de la titulación académica a únicamente Licenciado o Grado en Periodismo o Comunicación Audiovisual o equivalente, cercena los principios de igualdad, mérito y capacidad al que obliga la ley al excluir del proceso a interesados que pueden cumplir perfectamente los requisitos para el puesto que se convoca”. En el recurso los populares critican que el concurso da la apariencia de ser un “traje a medida” sin justificación alguna en el expediente administrativo, pues “no se llega a alcanzar el motivo por el cual debe ser un periodista o equivalente el que dirija un centro relacionado con la alimentación, materia fuera del ámbito de esta cualificación académica”.