Hoy es 6 de octubre
Aunque parece que entramos en época de recesión, el rápido avance del brote del nuevo coronavirus a nivel mundial ha puesto a prueba los sistemas de salud de los países afectados. En el mejor de los casos, los estados más desarrollados están haciendo frente a la pandemia movilizando todos sus recursos económicos y sanitarios, pero, ¿qué capacidad de respuesta tienen los países más pobres?
Esta es la reflexión que nos plantea la oenegé Farmamundi que ha lanzado esta semana la campaña #NadieSinProtección con la que pide colaboración ciudadana para seguir abasteciendo de material sanitario a los profesionales de la salud y frenar la expansión del coronavirus en España y el resto del mundo.
Y es que desde el inicio de la crisis, Farmamundi ha desplegado todos sus esfuerzos y recursos para trabajar tanto en España como en el resto de los países donde trabaja a través de un protocolo de recomendaciones para la contención del COVID-19 con el objetivo de mantener los más de 80 proyectos humanitarios que lleva a cabo en Latinoamérica y África, y prestar mayor apoyo a los sistemas de salud y población de riesgo, especialmente vulnerables en las comunidades empobrecidas.
Farmamundi se ha convertido en el primer distribuidor internacional no lucrativo de ayuda sanitaria en España para facilitar el abastecimiento en programas sanitarios de cooperación al desarrollo, acción humanitaria y de emergencia.
Con Farmamundi continúo con una serie de artículos donde visibilizamos a grandes rasgos el trabajo que algunas oenegés valencianas están haciendo para paliar los efectos de esta crisis que, no olvidemos, azota más duramente a los países sin recursos para enfrentarse a ella.
“Llegar a una situación como la de Italia o España sería muy dramático para ellos, así que las fuerzas ahora se centran en aprovechar el tiempo y la distancia con la que cuentan para tomar medidas drásticas pese a que los casos todavía no son alarmantes, aunque los datos podrían ser peores de los que oficialmente se conocen”, comenta el director general de Farmamundi, Joan Peris.
Siendo conscientes que la gravedad de esta pandemia está azotando en primer lugar a los países desarrollados como es Europa, el miedo a que llegue a afectar de la misma manera a países que cuentan con niveles de desarrollo limitados y que dependen de los suministros sanitarios de los países desarrollados que ahora han cerrado fronteras, es terrible.
Por tanto es interesante compartir la información que nos acerca Farmamundi para valorar la situación actual que en días o , incluso, horas puede variar. Y es que
el virus amenaza a los sistemas sanitarios más débiles y ha debilitado a los más fuertes. Farmamundi con más de 25 años de experiencia en crisis sanitarias lo sabe y por ello no ha dejado de trabajar tanto “aquí “como “allí”.
Entre los datos que manejan, han suministrado ya más de 10 toneladas de equipos de protección integral (EPI) en España a diversos actores humanitarios. Han realizado más de 40 expediciones con mascarillas, guantes, geles hidro-alcohólicos y otros elementos de protección para nuestros sanitarios y personal que trabaja con colectivos vulnerables en España. Han coordinado la distribución de respiradores y EPI para atender en campos de desplazados en Yemen; o el reparto de kits de prevención y protección en Gaza, para la población desplazada o residente en las zonas bloqueadas por el conflicto armado. Además trabajan en la entrega kits WASH en Mozambique, para el saneamiento y la higiene, y campañas de sensibilización con cuñas de radio; y en Nicaragua y Guatemala estamos reforzando las estrategias relacionadas con la higiene y la prevención, y garantizamos la disponibilidad y acceso a alimentos nutritivos. En Perú y El Salvador han intensificado las campañas de prevención de la violencia contra las mujeres, fortaleciendo las coordinaciones con la red local de protección. En definitiva, están adaptando rápidamente los más de 80 proyectos en países empobrecidos a las necesidades actuales.
Farmamundi afirma que la verdadera vulnerabilidad de los países empobrecidos en los que trabaja la ONG reside en la especial debilidad de sus sistemas de salud y en los escasos recursos económicos con los que cuentan.
La situación en el continente africano o en Oriente Medio no dista mucho de la de algunos países en Latinoamérica como Guatemala, Perú, Ecuador o El Salvador. “Nuestro equipo ha estado coordinado y en constante comunicación desde el inicio de la declaración del Estado de Calamidad Pública por parte del Gobierno”, comenta desde Farmamundi Guatemala su responsable, Giovanni Salazar. “Debemos mantener en la medida de lo posible la marcha de los proyectos y, sobre todo, que no se vea comprometido el acompañamiento a las comunidades más vulnerables”. No obstante, hay actividades que se han visto obligadas a anularse, como en el caso de El Salvador. En Ecuador “las cosas van de mal en peor”. El gobierno ha decretado el estado de excepción desde el inicio de la semana pasada, y cada día aumenta el número de contagiados por coronavirus. Cada país tiene una realidad particular que es difícil generalizar.
En África, el paso de los días va tiñendo el mapa de casos, que podrían ser muchos más ante la falta de acceso a test. “En República Democrática del Congo (RDC), Uganda o Kenia ya han impuesto restricciones en el movimiento de la población, lo que hace peligrar el curso normal de los proyectos”, comenta la responsable de Acción Humanitaria en Farmamundi, Tania Montesinos.
Después de más de un año combatiendo el brote de ébola, con el alta de la última paciente a principios de marzo, RDC se enfrenta ahora a una nueva epidemia. “Si bien estos países tienen experiencia en el control de enfermedades infecciosas y algunos todavía mantienen instalaciones de aislamiento, hay que reconocer que el ébola es diferente al coronavirus, ya que solo era infeccioso cuando aparecían los síntomas. Este nuevo coronavirus es más silencioso”
La misma mala suerte corren en Oriente Medio, especialmente en Yemen. Tras cinco años de guerra y sumido en una crisis humanitaria sin precedentes, el país teme la llegada del virus. Los vuelos de entrada y salida se han cancelado y solo el 50% de los centros de salud funcionan, pero sin apenas medicamentos, equipos o personal. Aún no se ha confirmado casos en el país, sin embargo, la probabilidad de su propagación es alta ya que los afectados en los países vecinos continúan creciendo
Farmamundi lleva años prestando asistencia sanitaria y alimentaria en campos de desplazados y refugiados tanto en Palestina como en Siria. Mientras Gaza se encuentra bloqueada desde 2007 por Israel, lo que limita ahora sus recursos para hacer frente a la pandemia, en los campamentos cercanos a Damasco las precarias infraestructuras sanitarias, la falta de acceso a medios para la higiene y el desabastecimiento de medicamentos o alimentos -fruto de nueve años de conflicto- hacen especialmente vulnerables estos núcleos. En Irak, otro de los países donde la ONG está trabajando para dar asistencia a las personas desplazadas, está viendo comprometidos los proyectos, ya que el gobierno regional ha anunciado un bloqueo en todas las provincias (Erbil, Sulaymaniyah y Dohuk), con el fin de frenar la propagación del coronavirus en la región del Kurdistán.
Como novedad acaban de poner en marcha una actuación en Yemen hasta 30 de junio de 2020 enfocada a esta dura crisis sanitaria. El objetivo es contribuir al apoyo de la prevención y tratamiento de la pandemia por COVID 19 en el Hospital Al-Houban, en la ciudad de Al-Hwak.
Como decimos, todo este trabajo internacional lo compagina con el trabajo en España donde acaban de suministras diez toneladas de equipos de protección individual a diversas entidades humanitarias en España que están atendiendo a la población más vulnerable, como Cruz Roja Española que ha movilizado a más de 40.000 personas voluntarias para apoyar a esta población. El equipo de Farmamundi está teletrabajando para evitar el riesgo de más contagios, tanto en su sede central en el Parque Tecnológico de Paterna (Valencia), como en sus sedes autonómicas e internacionales, a excepción de su almacén de suministros de medicamentos y material sanitario, que seguirá abierto para continuar con su labor de dotación en emergencias.
Para poder seguir trabajando en todos estos proyectos , Farmamundi ha lanzado una campaña conde todas y todos podemos colaborar. La iniciativa lleva el hagstag #NadieSinProtección y busca colaboración para seguir suministrando EPI a sanitarios y personal que trabaja con colectivos vulnerables en España y el resto del mundo.
La semana que viene… más!