VALÈNCIA. Ocho empresas de tres provincias españolas -seis de Valencia, una de Alicante y una de Madrid- optan a ejecutar las obras de adecuación del nuevo parque inundable “Mamás Belgas” de Cantereria, que el Ayuntamiento de Ontinyent ha sacado a licitación por 965.000 euros iva incluido.
El alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, ha destacado que el nuevo parque, que con su nombre rendirá homenaje a las enfermeras que atendieron al Hospital Militar Internacional de Ontinyent durante la guerra civil española, “culminará una actuación auténticamente transformadora, que ya nos ha permitido eliminar el riesgo para las personas de situaciones como la vivida en la DANA de 2019, y que además nos dotó de una nueva zona de bosque y usos recreativos compatibles con la inundabilidad en caso de crecida del río Clariano. Es un gran paso en la estrategia Río Vivo del Gobierno de Ontinyent, un gran paso en la mejora de la relación entre la ciudad y el río”, manifestaba.
El “proyecto básico y de ejecución del parque inundable de la margen izquierda del río Clariano con vegetación y arbolados autóctonos” da continuidad a los trabajos ya ejecutados en la zona con ayuda de la Generalitat Valenciana y los fondos europeos. En total, se actuará en una superficie de 4.333m2, de los que 1.240 serán zonas pavimentadas y explanadas de tierra; 1508 m² de taludes, zonas ajardinadas y no pisables; y 1585 de pradera natural. Una vez finalice el proceso de adjudicación y se inicien las obras, éstas tendrán un plazo de 5 meses para ejecutarse.
El concejal de Territorio, Óscar Borrell, recordaba que el proyecto del nuevo parque, "está siendo ejemplo para toda España como acción local frente al cambio climático. Ya lo hizo en su día la la Ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico Teresa Ribera, lo han hecho otras autoridades a nivel estatal y autonómico, y con la llegada de la dana de la semana pasada fuimos protagonistas a los informativos de televisión nacionales, donde se nos expuso como municipio preparado para estos episodios derivados del nuevo contexto climático".
En el nuevo parque inundable se proyectan dos zonas de actuación en distinta cota. En la cota inferior, y ocupando el espacio de las edificaciones a nivel de calle, se propone la creación de un bosque de ribera. Esta zona será periódicamente inundable, por lo que se tratará con plantación de árboles resistentes a las inundaciones y pradera natural. La propuesta de intervención propone la mínima urbanización, con pavimentos permeables a base del suelo, con escasos elementos de equipamiento urbano que en ningún caso suponen una barrera para la evacuación de aguas pluviales o de inundación.
En el punto que comunica con el edificio del Matadero, se propone una pequeña plaza con pavimento duro que articule distintos usos. Por otra parte, en el extremo oeste de la intervención, que se conecta con la Calle Cantereria, al ser menos susceptible de sufrir inundaciones, esta zona podrá dotarse mayor variedad de especies vegetales y equipamiento, con tratamiento de parque urbano. La intervención se integra en la trama de recorridos próximos de senderos naturalizados en la orilla de la ciudad, que conectan con el “Barranco de la Purísima”, con el centro histórico desde la propia cama y con la otra orilla mediante la nueva pasarela que se realizará con ayuda de la Confederación Hidrográfica del Júcar.
El equipamiento se compone de mobiliario urbano accesible elegido con criterios de integración en el entorno, resistencia a actos vandálicos y baja huella ecológica, que incluye bancos con soporte y apoyabrazos, merenderos, aparcabicios, papeleras y dos fuentes. También se dotará a la zona de instalación de alumbrado y puntos eléctricos para colocación de tomas de corriente.