VALÈNCIA (EFE). Las dos primeras medidas concretas que los candidatos a la presidencia de la Generalitat aplicarían para hacer frente a la inflación abarcan, según explican a EFE, desde deflactar el IRPF a impulsar el empleo de calidad y el acceso a la vivienda, dar ayudas específicas o garantizar la "soberanía energética".
El president de la Generalitat y candidato socialista a la reelección, Ximo Puig, apunta como primera medida para atajar la inflación la creación de trabajo y empleo de calidad, pues aunque ahora hay "más personas que nunca trabajando", tras haberse incorporado 438.000 más desde 2015, él quiere "llegar a más".
El otro elemento clave para Puig es la vivienda, y por ello pondrán en marcha 6.000 viviendas para el alquiler asequible y también viviendas públicas, pues tener una casa no es "un lujo, sino un derecho", mientras que para ayudar a paliar la escalada de precios de la energía compensarán a los vecinos de los municipios excedentarios en la producción de renovables, de forma que se traslade el ahorro al bolsillo de los ciudadanos.
El candidato del PP a la presidencia de la Generalitat, Carlos Mazón, recuerda que hace un año ya presentaron un decálogo para afrontar la inflación y trabajar por la recuperación económica, con ayudas de hasta 500 millones de euros para paliar los efectos de la subida del gas y la electricidad, con especial incidencia en transportistas, pescadores, agricultores o autónomos y la recuperación de ayudas para frenar la pobreza energética.
Exigir al Gobierno central medidas como deflactar los umbrales correspondientes a cada tramo del IRPF, así como los mínimos personales y el resto de deducciones para ajustar el pago de impuestos a "la verdadera capacidad económica de los contribuyentes", son otras de las medidas que plantea el PP.
Para el candidato de Compromís, Joan Baldoví, la primera medida debe ser continuar ayudando a las familias en sus gastos, y sumar, a la gratuidad de los libros de texto y al ahorro de hasta 2.800 euros en educación infantil, la extensión del comedor gratuito a todos los niños y que las personas que lo necesiten tengan las gafas gratis o acceso a un dentista.
La segunda medida de Baldoví será primar en los concursos públicos de la Generalitat a las empresas que paguen mejores salarios, pues en su opinión tienen que subir los sueldos para que los trabajadores y trabajadoras no pierdan poder de compra.
El candidato de Unides Podem-EU, Héctor Illueca, propone "poner freno al proceso de mercantilización de la vivienda", por lo que en cuanto la ley estatal de Vivienda entre en vigor plantea "intervenir de forma inmediata en el mercado de la vivienda", iniciando el procedimiento para declarar zonas tensionadas y limitar el precio de los alquileres.
Su segunda medida: exigir que el Estado defina una cesta de la compra básica y establezca un mecanismo de regulación de precios que permita limitar la subida de los alimentos de primera necesidad, "aunque no sea del agrado de grandes empresarios como Juan Roig, que practican un capitalismo despiadado", acompañada de una ampliación de ayudas de la Generalitat para cubrir la alimentación de familias en situación de vulnerabilidad.
En Ciudadanos, su candidata, Mamen Peris, aboga por reducir la cuota de IRPF en el tramo autonómico introduciendo como gastos deducibles los gastos extraescolares, comedor, lentillas, gafas, transporte escolar, ortodoncia o las cuotas del préstamo hipotecario de la vivienda habitual.
Además, expone que instaría al Gobierno de España a que volviera a reducir 20 céntimos por litro en el precio del combustible, y a la gratuidad del transporte público dependiente de la Generalitat.
A juicio del candidato de Vox, Carlos Flores, buena parte del alza en los precios de los bienes de primera necesidad deriva de la subida en los precios de la energía necesaria para producirlos, por lo que es esencial garantizar un flujo de energía "segura, barata y ajena a los vaivenes" de los mercados: la "soberanía energética".
Su segunda medida sería "rebajar la presión impositiva, avanzando hacia una administración más eficaz pero menos costosa", pues otra parte "no desdeñable" del alza de precios deriva "de la propia presión fiscal del Estado, que sigue haciendo caja incluso cuando peor lo pasan los productores y los consumidores".