Foto: KIKE TABERNERVALÈNCIA. La Universitat de València, primera en recepción de alumnado europeo, hace frente a la realidad que viven los estudiantes rusos de intercambio desde el inicio de la guerra, al igual que a la de los valencianos ubicados en Rusia. Según fuentes del Rectorado contaron a Valencia Plaza, las diferentes casuísticas de los afectados (diez rusos estudiando en la UV y dos valencianos que permanecen por el momento en Rusia) están siendo escuchadas, a través del equipo de Relaciones Internacionales, para personalizar la ayuda a cada uno en función de sus preferencias.
Esto es dado que definen dos perfiles: aquellos que quieren regresar a su país de origen, bien sea llegar de vuelta a España o poner rumbo hacia Rusia, y aquellos que aún se encuentran gestionando y analizando la situación. El factor académico es recalcado como algo "importante" en la decisión de estos últimos. Algunos se encuentran en medio de una doble titulación o realizando ya prácticas en la recta final de su formación, y abandonar su residencia actual supondría la paralización de tales proceso. Ante todo, instan a que cada uno "evalúe su situación" antes de nada.
Sin embargo, desde Rectorado aseguran que ayudarán en la medida de lo posible a todos ellos a la hora de adaptar el currículum y otras gestiones relativas a la planificación ordinaria de sus estudios. Ayuda que también se brindará a ese primer grupo - los que quieren volver a casa - financiándoles los billetes de avión.
Con el parón momentáneo de vuelos España-Rusia, Turquía es la opción barajada por la UV como punto intermedio en los desplazamientos, pero advierten que deberá hacerse "pronto" por si dicho país detuviese también el flujo aéreo con Rusia. "Tenemos miedo a que se queden atrapados", confiesan.
Afirman de igual modo que algunos estudiantes valencianos que están de intercambio en países próximos a Rusia les han llegado a preguntar qué pasaría si "rompieran el Erasmus". Otra gestión más que se suma a las ya existentes en el seno del Rectorado ante la inestabilidad fruto del conflicto.
Gestión de vuelos, adaptación de currículums y trámites con autoridades. Esas serán las principales líneas de trabajo que la Universitat desarrollará bajo un margen de actuación "escaso", como lo definen. No podrán brindar ayuda económica al alumnado de intercambio ruso dadas las sanciones impuestas por la comunidad internacional. Pese a esto último, recalcan que todo el apoyo que están ofreciendo no corresponde a estar "echando a nadie", como afirman que "muchos dicen".
Tras la decisión de interrumpir la cooperación académica con Rusia, el futuro de los estudiantes que ya habían planeado realizar un intercambio allí se trunca. No obstante, desde el Rectorado aseguran que buscarán una readaptación de los planes de estudio de los afectados para que puedan realizar movilidades Erasmus y dobles titulaciones en universidades de otros países.
La suspensión temporal de las relaciones con las facultades rusas y la Fundación ‘Russkiy Mir’ - fundación pública de Rusia para la promoción su lengua y su cultura -, o el detenimiento, también temporal, de las acciones conjuntas de la Alianza de Universidades Ruso-Españolas (AURE) constituyen las principales sanciones que la UV ha impuesto a los organismos rusos con los que tenía relación.
Resaltan, eso sí, que todas las actividades de la Alianza que ya estaban puestas en marcha seguirán activas con el objetivo de no dejar a ningún estudiante "sin cobertura legal, aquí o allá". Dicho lo cual, para el próximo curso, el convenio con las universidades rusas se suspenderá hasta nueva orden, siguiendo el modelo de otras universidades españolas.
