La no deflactación del impuesto afecta a todas las rentas, con mayor impacto en los tramos más bajos
VALÈNCIA. Los 93.300 empleados de Mercadona en España y los 400 de Anitin, por poner dos ejemplos, han visto elevados sus sueldos un 6,5% este año para evitar que pierdan poder adquisitivo, después de que en 2021 España acabara el año con ese porcentaje de aumento de la inflación. Una subida de precios que ha continuado en los dos primeros meses de 2022, hasta el 7,6% interanual de febrero, y que se calcula que puede superar el 10% a corto plazo.
Otras empresas está elevando los salarios de acuerdo con la inflación media del año pasado, el 3,1%, y en aquellas donde se tiene que negociar el convenio están valorando el aumento con un ojo puesto en el "pacto de rentas" del que se viene hablando para evitar que la subida de salarios generalizada empuje a la economía a la temida estanflación, es decir, la subida de precios sin crecimiento económico.
Sin embargo, tanto los empleados de Mercadona y de Anitin como todos aquellos que vean elevados sus salarios tendrán que pagar más impuestos a pesar de no tener más poder adquisitivo o de, en la mayoría de casos, haberlo perdido al subir los precios más que el sueldo.
El motivo es la subida de impuestos encubierta que se produce al no haber actualizado la tarifa del IRPF ni el Gobierno ni las Comunidades Autónomas, a excepción de Navarra y las diputaciones vascas.
Concretamente, según un estudio del catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid José Félix Sanz para la Fundación Disenso, cada valenciano pagará de media 189 euros más de IRPF por la inflación del año pasado. Según este estudio, el aumento de recaudación por parte de Hacienda será de 4.100 millones.
La subida afecta a todos los tramos de renta que pagan IRPF pero tiene mayor impacto en los tramos bajos del impuesto, ya que endurece el acceso a deducciones y exenciones, cuyo límite tampoco se modifica. Según Sanz, la inflación resta progresividad al IRPF si no se actualizan las tarifas. Además, las familias con salarios bajos ya van muy justas para llegar a fin de mes debido a la subida de los precios de la energía y de los alimentos, por lo que sufrirán, además, la del IRPF, que llegará en la mayoría de los casos en forma de una menor devolución cuando presenten la declaración de la Renta.
El Gobierno central ha hecho oídos sordos a las peticiones de ajuste de la tarifa del IRPF que ha ido en aumento por parte de partidos políticos y expertos economistas a medida que la inflación crecía. La tarifa no se deflacta desde 2008, pero al no haber tenido España una inflación alta la mayoría de los años desde entonces, el impacto ha sido pequeño año a año.
Con la inflación disparada, la propuesta llegó hace un mes al Congreso, con una proposición no de ley de Ciudadanos -"si los precios suben un 7,4% y tu sueldo un 2%, no eres rico pero sí pagas más impuestos", argumentó su portavoz-, que fue rechazada por PSOE y Unidas Podemos.
¿Y en la Comunitat Valenciana? Las CCAA gestionan el 50% del IRPF y, por tanto, pueden deflactar su parte del impuesto. De hecho, en 2009, cuando el Gobierno de Rodríguez Zapatero decidió no ajustar el impuesto -la inflación el año anterior había sido el 1,4%-, el Consell de Francisco Camps sí deflactó la escala autonómica.
Este año no ocurrirá lo mismo porque fuentes del Consell consultadas por Valencia Plaza descartan tomar esa medida, que ni siquiera ha estado sobre la mesa. Consideran que "no es momento de bajar los impuestos", aunque en realidad no se trataría de una bajada sino de una "no subida".
El conseller de Hacienda, Vicent Soler, tendrá que explicarlo en Les Corts, donde Ciudadanos ha presentado una iniciativa similar a la presentada en el Congreso y en la mayoría de parlamentos autonómicos. Curiosamente, no la ha llevado a cabo en Andalucía, donde gobierna con el PP y donde su portavoz parlamentario reclamó el pasado 13 de marzo a la ministra María Jesús Montero que deflactara el IRPF "para adecuarlo a la realidad de los españoles".
Según la síndica de Ciudadanos en Les Corts, Ruth Merino, "mantener los umbrales de renta que no se corresponden con la realidad económica actual está agravando aún más la pérdida de poder adquisitivo ya provocada por la inflación".
Los contribuyentes vascos y navarros sí pueden sentirse afortunados ya que sus gobiernos forales, que tienen competencias plenas en materia fiscal, sí han modificado las escalas de su IRPF para reducir el impacto de la inflación.
En Navarra, la deflactación ha sido del 2%, una medida que, según su consejera de Economía y Hacienda, Elma Saiz, es "una noticia beneficiosa para la inmensa mayoría de la población, un alivio necesario tras tiempos muy complicados para toda la ciudadanía".
En cuanto a las tres diputaciones vascas, que son las que tienen las competencias, se actualizaron, deflactando un 1,5% respecto a 2021, tanto la tabla de retenciones para 2022 como la tarifa aplicable a la base liquidable general y los elementos personales del impuesto.