MADRID. "Lo importante no es como se empieza, sino como se acaba". La frase es de Michael Schumacher y es una verdad absoluta, pero no cuenta toda la historia de una carrera de fórmula 1 ni de un año bursátil. Las primeras vueltas de la carrera dan muchas pistas de lo que puede pasar, de quién va bien, mal y de cómo puede quedar el podio. En bolsa pasa lo mismo.
La estadística es clara: un 86% de las veces que el S&P 500 cerró enero en positivo el año terminó en verde. La media desde 1950 es de un 8,7% para cerrar el año y escala al 17,4% cuando el S&P 500 sube más de un 5% en enero, el año cierra con una rentabilidad media del 17,4%.
Y 2023 ha empezado bien. El S&P 500 cerró enero con un +6,1% y ni siquiera está entre las primeras posiciones. Hay mercados que se han colocado mejor como China, Eurostoxx 50, Nasdaq y la renta variable emergente. Para mantener sus posiciones, cada uno va a necesitar una situación de mercado concreta.
Víctor Alvargonzález es director de estrategia y socio fundador de la firma de asesoramiento independiente Nextep Finance