VALÈNCIA (EFE). Salud Pública ha detectado un aumento de la supervivencia del cáncer pediátrico y en la adolescencia y el mantenimiento de la tasa de incidencia en la Comunitat Valenciana, lo que los expertos achacan a los avances en las técnicas diagnósticas y terapéuticas.
Así se revela en el informe del Servicio de Estudios Epidemiológicos y Estadísticas Sanitarias de la Dirección General de Salud Pública con motivo del Día Internacional de esta enfermedad, que se conmemora este lunes, día 15 de febrero, ha informado la Generalitat en un comunicado.
La incidencia del cáncer en la infancia y adolescencia (denominación que comprende numerosos tipos de tumores que se desarrollan en niños y adolescentes de 0 a 19 años) se mantiene estable desde el año 2000 y los especialistas que analizan, entre otras variables, la frecuencia de esta enfermedad, no observan un incremento de casos diagnosticados en menores de 15 años.
"El trabajo multidisciplinar que desarrollan oncólogos pediátricos, cirujanos, radioterapeutas y el resto del personal sanitario que se vuelca en este tipo de casos es encomiable y se traduce en un aumento de las curaciones y en una reducción de los efectos secundarios físicos y psicológicos", ha explicado la consellera de Sanidad, Ana Barceló.
Con todo, el cáncer en la infancia y adolescencia truncó la vida de 152 familias valencianas en 2018, último año estudiado, según las mismas fuentes, que han indicado que del total de nuevos diagnósticos, 69 fueron chicas y 83 chicos.
Aunque es una enfermedad poco frecuente, el cáncer tiene un impacto importante en la mortalidad, pues de hecho, es la primera causa de muerte entre los 5 y 14 años; y la segunda de 15 a 19 (por detrás de los accidentes). El último registro disponible contabiliza 32 defunciones en menores de 20 años a causa del cáncer.
A diferencia del cáncer en personas adultas, la mayoría de los cánceres en la infancia y adolescencia no tiene una causa clara, de ahí que los expertos y expertas aboguen por seguir avanzando en la investigación de los aspectos etiológicos y preventivos.
Sobre este último punto, recomiendan que la prevención se centre en los comportamientos que impedirán que niños y niñas y jóvenes desarrollen cánceres prevenibles cuando sean adultos.
Junto a la prevención, los especialistas dan mucha importancia al diagnóstico precoz, porque cuando el cáncer se detecta en una fase temprana es más probable que responda bien al tratamiento.
En términos generales, la supervivencia observada para el conjunto de tumores es del 91 % al año y del 81 % a los cinco años y no se advierten diferencias por grupo de edad o género, pero sí por tipo de cáncer.
En este sentido, los grupos tumorales con mejor pronóstico son los carcinomas tiroideos (tasa de supervivencia del 100 %), células germinales y gonadales (95,8 %,), linfoma de Hodgkin (95,7 %) y retinoblastoma (94,6 %).
Sin embargo, en la población infantil el cáncer más habitual es la leucemia, seguida de los tumores en el sistema nervioso central (tejidos del cerebro y médula espinal) y linfomas (sistema inmunitario).