Lo más importante vendrá de la mano de la reunión entre Boris Johnson y la Unión Europea (UE) sobre el Brexit, según explica advierte el experto en divisas
MADRID. La semana pasada fue casi una copia especular de la anterior. Las acciones cayeron en todo el mundo, mientras que los bonos del gobierno y los valores refugio vivieron una recuperación. Curiosamente, y a pesar de la oleada de aversión al riesgo, los bonos de los países periféricos de la Eurozona lograron acabar la semana casi sin cambios, una señal de que la respuesta del BCE a la crisis está funcionando. Esta actividad en los precios también ayudó al euro, que terminó la semana con solo una ligera caída.
Entre las divisas del G10, debemos mencionar la enorme volatilidad en la corona noruega, que ha reaccionado de manera exagerada (poca liquidez) con movimientos en ambas direcciones. Las divisas de los mercados emergentes, por lo general, sufrieron caídas: las latinoamericanas fueron las que más pérdidas registraron, y las de la cuenca del Pacífico lograron cerrar la semana casi sin cambios.
En cuanto a la publicación de datos, esta semana será relativamente tranquila. El Banco de Inglaterra se reunirá el próximo jueves. También estaremos muy atentos a los nuevos contagios en EE UU donde algunos estados como California, Texas y Florida, en lugar de disminuir, han experimentado un inquietante aumento de los casos.
Las cifras del PIB de abril dibujaron un panorama realmente sombrío del estado de la economía inglesa durante los peores momentos del aislamiento. Ese mes se contrajo un histórico 20,4%, con caídas en manufactura y construcción de más del 40%. Los mercados prestaron poca atención a estos datos algo pasados atendiendo a signos más recientes de recuperación y la libra se mantuvo bastante bien en una semana de caídas en los activos de riesgo.
Esta será una semana muy intensa para la moneda inglesa, con un encuentro de alto nivel entre Boris Johnson y la UE sobre el Brexit seguida, el jueves, por la reunión del Banco de Inglaterra. No esperamos muchas sorpresas de esa reunión; si acaso alguna comentario bajista sobre tipos negativos que puedan pesar sobre la libra.
La semana pasada fue tranquila en cuanto a la publicación de datos en Europa, y esta será similar. Los datos de inflación del próximo miércoles deberían dar una idea del relativo daño que el bloqueo en la partes de oferta y demanda de la economía. Más allá de eso y de los avances en las negociaciones del Brexit a principios de semana, esperamos que la moneda común se cotice principalmente en base a lo que ocurra fuera de sus fronteras.
El mensaje de la Reserva Federal en la reunión de junio de la semana pasada fue, indudablemente bajista, con énfasis en asegurar a los mercados que los tipos no subirán en los próximos años y que la Reserva Federal está comprometida con una política de extrema flexibilización monetaria. Este mensaje, junto con los preocupantes signos de un aumento infecciones en ciertos estados norteamericanos llevó al dólar a no sacar tanto beneficio de su habitual estatus de divisa segura cuando la caída del mercado de valores comenzó el miércoles por la noche.
Esta semana los datos de ventas al por menor y de producción industrial de mayo deberían dar una idea más clara del alcance del rebote en mayo. Como siempre, el indicador más significativo de esta crisis llegará el jueves, cuando se publiquen los datos semanales de desempleo y solicitudes de paro.
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury