Paseando por la ciudad diviso una pancarta en el Palau de la Generalitat, me intereso por el texto, pienso que quizá es una llamada a la unidad y la convivencia entre los españoles, preocupados por la deriva de nuestro vecinos del norte. Leo: "Construiré mil ponts mil vegades, sols per estar amb tu.”
La ingeniería social de nuestro gobierno nunca ha estado parada pero en el ecuador de la legislatura se ha puesto en marcha para preparar las próximas elecciones autonómicas (a medio plazo) y trabajar entre los jóvenes y adolescentes (a largo plazo), cultivando así en varias generaciones un sentimiento propio que tiene entre sus ejes el sentirse distinto, el marcar la diferencia y en definitiva creerse especial, único. Todo ello frente a quienes deciden hablar en la lengua de Cervantes o frente a los habitantes de otras CC.AA. Una vez más la lengua como instrumento.
Hace unas semanas, me llamó la atención una campaña que aparecía en la cabecera de las ediciones electrónicas de algunos diarios. Me sorprendía por el tamaño y el impacto visual, conociendo un poco el sector pensé que detrás habría una potente inversión publicitaria. La estrategia diseñada era la de aparentar ser una nueva marca de moda, con un estilo minimal, dos colores básicos –blanco y negro– y jóvenes como destinatarios de la “marca”, las imágenes parecían salidas de cualquier perfil de una red social.
Paseando por la ciudad diviso una pancarta en el Palau de la Generalitat, me intereso por el texto, pienso que quizá es una llamada a la unidad y la convivencia entre los españoles, preocupados por la deriva de nuestro vecinos del norte. Leo: "Construiré mil ponts mil vegades, sols per estar amb tu.” Dejando de lado el punto cursi, romántico y bobalicón de la cita, veo que la firma es Sempre Teua. Entonces empiezo a enlazar que aquella campaña que me sorprendió por su inversión (económica claro) para anunciarse en medios, la había pagado usted, yo y todos los valencianos. Automáticamente busco la información y descubro que es la mega campaña de la Generalitat que lleva más de un año planeando Marzá para fomentar, promocionar e implantar el valenciano a lo largo y ancho de la Comunitat –aunque en las informaciones que publican diversos portales lo denominan País–.
La presentación esta misma semana coincidió con el Día Europeo de las Lenguas. La batalla lingüística continúa siendo la punta de lanza de un proyecto político y social que se basa en generar una identidad propia y diferenciada donde el factor lingüístico sirve, junto a otros aspectos culturales, para reivindicar una idiosincrasia y en consonancia una manera de ser y entender distinta, pero no distinta a los suecos o alemanes sino distinta a los castellanoparlantes y por supuesto al resto de españoles. Esto se que no gusta ni a los dirigentes ni a muchos ciudadanos que prefieren seguir tranquilos, es entendible pero no dejemos que la situación llegue a un punto de no retorno.
La idea de la campaña se centra en la emotividad, lo sentimental, lo humano y casi lo lacrimógeno: “Sé que visc en els teus pensaments quan rius, quan mires, quan abraces... Hi ha moments que em parles poc, o em calles. En ocasions les paraules són escasses, o penses que no em necessites. Encara que no m'escoltes, o que fins i tot arribes a oblidar-me no m'importa. Perquè el que realment importa, el més poderós és que, des de la primera paraula fins a l'última, sempre estaré al teu costat". Si vuelve a leer el texto podría pensar que se refiere al amor y al cariño incondicional de una madre, más que a una lengua. Hay una dosis de exageración y emoción, pero no es en vano. Ante este tipo de mensajes es muy difícil posicionarse en contra, incluso ser crítico. Puesto que automáticamente el discrepante parece alguien carente de sentimientos. En cualquier caso, la campaña tiene un eslogan inclusivo y positivo, simplemente con traducirlo y decir ‘Siempre Tuya’, así ha sido la Comunitat Valenciana respecto a España: leal y respetuosa.