VALÈNCIA. La gran resistencia del sector de la alimentación ante la pandemia ha convertido a los supermercados en un activo muy atractivo para los inversores privados e institucionales. Prueba de ello, es el importante volumen de operaciones que se han cerrado este ejercicio, destacando la venta por parte de Mercadona de 27 establecimientos al fondo estadounidense LCN Capital Partners por 180 millones. Pero no ha sido la única. Muchos operadores se han sumado a esta tendencia bajo la fórmula del sale & leaseback, que permite la venta de un activo por parte de un operador que, sin embargo, permanece en el inmueble pagando un arrendamiento.
Así, este año el volumen de inversión en supermercados superará los 640 millones este año y marcará un récord histórico, según el informe 'El mercado de la alimentación en España', elaborado por Savills Aguirre Newman, que destaca el enorme dinamismo en las transacciones de este tipo de activos con 460 millones de inversión más que en 2019.
Y es que en estos momentos las operaciones de inversión en supermercados resultan muy viables debido a que son activos que ponen al servicio del consumidor productos de primera necesidad con una demanda continua en el tiempo. Además, son resilientes a las crisis, de hecho fueron una de las pocas actividades a las que se le permitió la apertura durante el estado de alarma; y son un producto defensivo y líquido, que protege la posición del inversor en el mercado y puede ser transaccionados sin pérdida significativa de valor.
También copan el 'apetito' inversor porque disponen de contratos a largo plazo y buenos covenants que garantizan la solidez y viabilidad de la operación, y cuentan con cash-flows seguros que afianzan las carteras del inversor y las diversifican.
Aunque ahora la evolución de la pandemia mantiene a muchos inversores en modo wait and see a la espera de ver cómo reacciona el mercado, la alimentación sigue siendo un sector activo y despierta gran interés por parte de fondos institucionales y privados. Especialmente porque hay capacidad y otros segmentos del sector inmobiliario no ofrecen los mismos niveles de seguridad y rentabilidad.
Así, según el informe, un supermercado urbano con buenas condiciones contractuales y operador de prestigio podría alcanzar rentabilidades que variarán entre el 5 y el 6%. A su vez, se observa una cierta compresión de yields en carteras de alimentación prime en Madrid y Barcelona, y aunque aún no existen referencias, si hay intención de venta, es previsible que se produzca un ajuste en precios.
Aunque este 2020 haya sido año récord, en 2019 también se formalización importantes operaciones. Destacan la compra por parte del fondo americano Barings a Kennedy Wilson de diez supermercados Carrefour que suman una superficie de 38.800 metros cuadrados por 72,3 millones de euros. También la compra por parte de Meridia Capital de tres supermercados de Consum por 8,9 millones de euros.
Ya en este ejercicio destaca la venta por parte de la cadena valenciana Family Cash, liderada por los ex Vidal José y Carles Canet, de siete hipermercados situados en la Comunitat Valenciana y Murcia al fondo de inversión paneuropeo Corum AM por 33 millones de euros. Family Cash, que hasta entonces apostaba por ser dueño de sus establecimientos, estrenó así la fórmula del sale & lease back para financiar su expansión.
Pero sin duda la transacción más importante este año ha sido la venta de 27 supermercados de Mercadona al fondo estadounidense LCN Capital Partners por 180 millones. Un capital que permitirá a la cadena de Juan Roig avanzar en su transformación digital que espera finalizar en 2023. Además, la compañía tiene en venta otros 32 supermercados repartidos en distintos portfolios.
Por su parte Lar pretende vender una cartera de 22 activos comerciales operados por Eroski situados en el PaísVasco, Baleares, Navarra, Cantabria y La Rioja, que agrupan una superficie total alquilable de cerca de 28.000 metros cuadrados.