plato de la semana

Trufas de chocolate de Trufas Martínez

No hay mejor regalo en el mundo que una caja de Trufas Martínez

| 31/01/2020 | 1 min, 17 seg

Estoy a dieta desde hace día y medio. Mi vida es, desde que decidí renunciar al alcohol y al chocolate (solo entre semana, tampoco hay que pasarse), mucho más gris. Soy muy golosa. Extremadamente golosa. Los mosquitos, al picarme, mueren al instante de diabetes tipo 2.  Han sido 36 horas, difíciles, no les voy a engañar. Durante este breve calvario, me he descubierto a mí misma repasando en la cama las fotos de comida de mi móvil igual que el preso contempla el azul del cielo a través de los barrotes de la ventana.   Me detuve un buen rato ante las instantáneas de una caja de trufas que me regalaron hace no mucho. Tuve ganas de llorar, pero en lugar de hundirme, las rememoré y, como el que recuerda a un antiguo amor ya superado, me puse contenta. 

He probado muchas trufas a lo largo de los años y nunca he encontrado unas que se acerquen a la delicadeza de las que elaboran en esta tienda de chocolates casi centenaria. Son sutiles, finas y elegantes, alejadas de cualquier atisbo empalagoso. Son las reinas, las diosas, las emperatrices de todas las trufas. Además, con el paso del tiempo, no han perdido ese halo extraordinario con que se vinculan los momentos felices.

En cuanto acabe la dieta, me pasaré a por una caja para celebrarlo. 

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