VALÈNCIA. (EP) Uno de cada cinco varones valencianos, el 19,5% de los mayores de edad, reconoce haber pagado por sexo alguna vez en su vida mientras que se calcula que hay entre 10.000 y 13.000 mujeres víctimas de la prostitución en la Comunitat Valenciana que se publicitan en 52.000 anuncios, 164 clubes y 1.700 pisos. Además, el 39% de la sociedad valenciana acepta la prostitución, aunque el 70% cree que las mujeres no la ejercería si pudieran elegir otro modo de vida.
Estas son las principales conclusiones de los estudios 'La radiografía de la prostitución en la Comunitat Valenciana 2021' realizado por el catedrático de sociología de la Universiat de València Antonio Ariño y de la I Encuesta de la percepción de la prostitución elaborada por el catedrático de derecho penal de la Universidad de Elche Fernando Miró.
La consellera de Justicia, Gabriela Bravo, ha presentado estos estudios, junto a sus autores, que quieren servir de base para las propuestas que el 'Foro por la abolición de la prostitución' presentará tras Navidad con los cambios legislativos que deben realizarse para revertir "este problema de desigualdad, violencia y explotación de la mujer tan enraizado en nuestra sociedad".
En concreto, la radiografía muestra que el 14,5% de los varones valencianos ha tenido alguna experiencia esporádica, el 2,8 ocasional y el 1,9 recurrente. En términos globales, se calcula que entre 76.000 y 115.000 han pagado por sexo en el último año.
Al respecto, el catedrático de sociología de la Universiat de València Antonio Ariño Además ha puntualizado que al contrario de la
opinión generalizada de cualquier hombre es "un potencial cliente" los datos demuestran que tienen un perfil: el consumidor de sexo pagado corresponde a un hombre con un perfil educativo bajo o medio--bajo; es más común entre solteros, divorciados y viudos que entre quienes tienen una pareja estable; y entre creyentes no practicantes que entre ateos o creyentes practicantes. Por ideología, consumen más los que están en los extremos del arco ideológico que en el centro; son machistas, y consumidores de pornografía.
Los puntos más altos de consumo se da entre los 55 y 75 años que son la generación que se inició en las relaciones sexuales pagando, al contrario de los jóvenes de ahora, mientras que en el último año la franja de edad en la que más se acude a la prostitución ha sido entre los 20 y los 40 años.
El catedrático ha aclarado que su informe, al contrario de la literatura tradicional, no aborda la prostitución como "una situación de relaciones individuales en las que una persona contrata y otra presta un servicio" sino como "la institución y el sistema organizado que es desde hace siglos":
La conclusión es que el 95% de las víctimas de la prostitución son mujeres y el 99,7% de los consumidores de sexo pagado sean hombres. De este modo, se constata que las mujeres sufre una desigualdad de género, pero además una desigualdad de clase, se ven obligadas o forzadas por su baja situación socioeconómica; étnica, si antes eran movimientos migratorios rurales a urbanos ahora son de terceros países en situaciones de extrema pobreza; y de edad, ellas tiene entre 18 años, o incluso son menores y 35 años, mientras que los consumidores de sexo comprado suelen ser siempre mayores que ellas.
Además, ha recalcado que al contrario de lo que se piensa, la encuesta ha demostrado que la prostitución que formalmente se presenta como una transacción entre iguales y libres, en realidad "siempre está organizada, sometida a redes y, proxenetas". De hecho, la práctica independiente es "muy minoritaria".
La prostitución es mayoritariamente heterosexual y femenina: De los más de 52.000 anuncios analizados 3.302 eran de mujeres, 715 de transexuales, y 207 de hombres. Por contra, no hay prostitución lésbica.
La Comunitat Valenciana forma parte "del Corredor Mediterráneo de la Prostitución 2.0" vinculada a su especialización económica: turismo y servicios. De hecho, se han detectado más de 52.00 anuncios con mujeres, el 11% de los identificados en España, y se han localizado 164 clubs --58 en Alicante, 24 en Castellón y 86 en Valencia-- en 2021 y 1.700 pisos.
La trata de mujeres tiene un mapa que demuestran que las captan de Nigeria, países del este y países más desfavorecidos de Latinoamerica. No obstante, hay una diferencia por el lugar en el que se ejerce la prostitución: en la calle y en clubes son mayoritariamente extranjeras en cambio en internet y pisos son españolas y latinoamericanas.
Además, ha advertido de que el marketing también se ha apropiado del sexo, como cualquier negocio, y ahora "ofrece con detalle la mercancía, va despiezando el cuerpo de un mujer, detallando los servicios que puede prestar con eufemismos y un lenguaje descarnado porque muchos de ellos serían delictivos y son prácticas de riesgo".
"La prostitución ha normalizado las prácticas que se puede experimentar sin importar el grado de degradación que suponga para las mujeres", ha evidenciado.
Precisamente, el catedrático de Derecho Penal de la UMH, Fernando Miró, ha puesto de relieve "las contradicciones sociales" y la "hipocresía moral", tanto en hombres como en mujeres, con las que se afronta la prostitución ya que un 39% la acepta a pesar de que la gran mayoría admite que daña la dignidad de las mujeres prostituidas y que no tienen un control.
En concreto, el 37,2% de los 1.480 entrevistados para la realización de la encuesta acepta la prostitución si bien 7 de cada 10 entienden que, si pudieran elegir, las mujeres no elegirían ejercerla y que 8 de cada 10 asumen que las víctimas de prostitución sufren abusos y no tienen control sobre la actividad que realizan.
Por grupos de edad, el que expresa más repulsa hacia la prostitución es el de los mayores de 65 años y el que más aceptación congrega es el de los adultos de entre 35 y 44, en el que sólo el 36% está en contra. Por otro lado, pese a que la prostitución callejera o en espacios públicos es la que más rechazo general congrega, (el 81%) el porcentaje baja sensiblemente cuando se habla de prostitución en pisos o Internet donde no es visible.
Por todo ello, Bravo ha recalcado que "no podemos aceptar ser una sociedad democrática en la que hay mujeres que se ven obligadas a vender su cuerpo para poder sobrevivir". "Hay que acabar con las posiciones regulacionistas y negacionistas desde el argumento constructivo y con los datos contrastados por estudios rigurosos como los que se hemos presentado", ha reclamado.
En ese sentido, ha señalado que la abolición de la prostitución no se logrará solo con cambios legislativos sino de mentalidad "especialmente con los jóvenes para evitar que puedan considerar la prostitución como un elemento más de la diversión y el ocio y acudan a los burdeles como quien va al supermercado", ha concluido.