VALÈNCIA. Iberdrola (IBE) cerró ayer con una simbólica caída en bolsa de un 0,022% para cerrar en los 8,896 euros. Un 6,71% por debajo de los 9,536 euros a los que despidió la histórica jornada bursátil del pasado 30 de septiembre en lo que fue su valor más alto jamás alcanzado. Cierto es que el pasado 14 de noviembre llegó a caer hasta los 8,536 euros, es decir, un 7,70% por debajo de los máximos históricos. Pero no lo es menos que la cotizada presidida por Ignacio Sánchez Galán, se revaloriza en lo que va de año un 32,58% -tomando el cierre de ayer-, lo que equivale a una capitalización bursátil de 56.597 millones de euros. Y todo ello ofreciendo una más que atractiva rentabilidad por dividendo de casi un 4%.
"Iberdrola es una buena opción para invertir, pero siendo así quizás no lo es a los precios actuales próximos a 9,5 euros para el que no esté invertido; mejor esperar a ver si rompe el máximo de 9,60 euros quizás impulsada por nuevos máximo de indices bursátiles a nivel mundial y entonces entrar". Así lo apuntaba el pasado 10 de octubre Luis Hernández, gestor del fondo de fondos Ético y Solidario Esfera II Sostenibilidad ESG Focus en Esfera Capital Gestión, en su completo análisis realizado para este diario.
"Lo que sí es cierto es que le está costando mucho superar su último máximo de 9,6 euros y más que por las bondades de la compañía, que las tiene, por el entorno de mercado de renta variable actual en el que están presentes incertidumbres tanto geopolíticas ('guerra comercial' blanda o dura, Brexit blando o duro...) como de decisiones de políticas monetarias en grandes economías como EE UU, China, Japón, Europa, India...", añadía.
Mientras tanto la histórica cotizada vasca ha decidido integrar sus tres proyectos eólicos marinos (East Anglia One North, Two y Three) en aguas del Reino Unido en un 'megaproyecto' de 3.100 megavatios (MW) y una inversión conjunta de 6.500 millones de libras (unos 7.600 millones de euros). Según informó la compañía, el objetivo de aunar los proyectos en uno, denominado The East Anglia Hub, es aumentar la velocidad de desarrollo de la eólica marina en el Reino Unido y aprovechar la escala del proyecto con un programa de instalación continua.
Desarrollado por su filial Scottish Power Renewables, el objetivo de la energética es iniciar la construcción del proyecto en 2022, con el fin de que East Anglia Hub esté completado en el año 2026. En el caso de East Anglia Three, de 1.400 MW, ya cuenta con la autorización de planificación, mientras que para East Anglia One North y East Anglia Two, que suman otros 1.700 MW, la compañía ya ha presentado las solicitudes de planificación. Según adelantó ayer martes 'El Economista', con esta inversión de unos 7.600 millones de euros en este proyecto la energética se convertirá en uno de los principales operadores de eólica marina del Reino Unido.
El director general de Iberdrola para Global Offshore Wind, Jonathan Cole, enmarcó este órdago de la compañía por la tecnología 'offshore' en el compromiso que tiene el Reino Unido con la descarbonización de su economía en 2050, objetivo para el que la eólica marina "deberá proporcionar la mayor parte de la nueva energía renovable para el país". Para ello, Cole destacó que, a pesar del apoyo de los partidos políticos del país, es necesario "un compromiso continuo con un marco regulatorio de apoyo que abarque todos los departamentos gubernamentales".
Asimismo, valoró que, con independencia de si la energía de este proyecto contará con contratos respaldados por el Gobierno británico (CfD, por sus siglas en inglés) o acuerdos privados de venta de energía, espera que East Anglia Hub sea "una parte clave en los planes de descarbonización del Reino Unido". El grupo indicó que espera confirmar en los próximos diez meses los principales proveedores del proyecto, que supone "un desafío" a la cadena de suministro en el sector eólico marino, dijo Cole.
En aguas del Reino Unido, Iberdrola ya está construyendo el parque eólico marino East Anglia One, de 714 MW y cuya inversión asciende a uno 2.500 millones de libras (unos 2.900 millones de euros), que cuando entre en funcionamiento en el primer semestre de 2020 será uno de los más grandes del mundo de sus características. De hecho, el grupo acaba de culminar el 50% del desarrollo de este proyecto con la instalación de 51 de los 102 aerogeneradores que equiparán la instalación, que permitirá suministrar electricidad limpia a alrededor de 630.000 hogares británicos.