Hoy es 16 de octubre
VALÈNCIA. Vendedores ambulantes los hay en muchos emplazamientos de València. Los encontramos en los mercadillos diarios que dan vida a numerosos barrios de la ciudad, también en Navidad y en los dominicales mercados del Rastro y la Plaza Redonda. Incluso de forma puntual vendiendo castañas, buñuelos y churros, etcétera. Sin embargo, la ordenanza municipal que regula la venta no sedentaria recoge en un apartado exclusivo para aquellos vendedores que aprovechan los eventos deportivos en los campos de fútbol para hacer caja en sus aledaños. Y según la normativa, estos deben acreditar que se encuentran en situación de desempleo.
La ordenanza, que esta en fase de exposición pública desde el pasado viernes, clarifica que "para optar a una autorización" cuando se celebren actos deportivos o de otro tipo en los campos de fútbol -Mestalla y Ciutat de València- serán requisitos fundamentales "ser persona física, mayor de edad y en situación de desempleo".
Es un requisito que el Ayuntamiento no pide en el resto de mercadillos periódicos, si bien para la venta de productos típicos alimentarios sí que se tiene en cuenta de alguna forma a los parados de larga duración, a las personas en riesgo de exclusión, o a las personas con cargas familiares.
Lo cierto es que en anteriores normativas ser desempleado ya era una exigencia para optar a una autorización en este tipo de eventos, pero en esta que se está tramitando hay una novedad. Si antes los solicitantes de autorización debían presentar un certificado para acreditar que no estaban percibiendo ninguna prestación de la Seguridad Social, esta exigencia en la nueva ordenanza no se vislumbra, al menos de forma explícita.
Por otro lado, los solicitantes deben inscribirse en el censo de actividades económicas de la Agencia Tributaria y en "el régimen correspondiente" de la Seguridad Social, aunque no se concederá la autorización si no se está al corriente de pago de las cotizaciones y tarifas correspondientes o si se tiene alguna deuda con el consistorio.
Habrá menos puestos en el mercado de los domingos tanto en El Rastro como en la Plaza Redonda. Así lo especifica el texto, que permitirá un máximo de 332 módulos de dos metros en el primer caso respecto a los 594 que establecía la anterior regulación. La Plaza Redonda verá reducido el máximo de 201 a 99, menos de la mitad que en la actualidad.
La disminución choca frontalmente con el anuncio por el traslado de El Rastro al barrio de Beteró que hizo el concejal de Mercados, Carlos Galiana, del que también depende esta normativa. Entonces se preveían más de 500 pero tras la próxima aprobación de esta ordenanza, habrá que ver cómo se resuelve la dicotomía.