VALÈNCIA. La Mesa de País de Verds Equo, reunida hoy en València, ha aprobado una resolución política en la que pide el cierre definitivo de la central nuclear de Cofrentes en 2021, año en el que expira la actual prórroga de la licencia de funcionamiento, e iniciar su desmantelamiento.
Del mismo modo, esta formación política solicita el establecimiento de un calendario de cierre progresivo y definitivo del resto de centrales nucleares del Estado, según ha informado Compromís en un comunicado.
La formación ecologista exige además la apuesta por las energías renovables y limpias, reemplazando la actual legislación que "supone un freno para las mismas, por una nueva normativa que impulse el imprescindible cambio de modelo energético hacia uno basado en las energías renovables".
Para VerdsEquo, el hecho de que la planta de Cofrentes haya tenido que ser paralizada de nuevo por problemas técnicos, sólo un mes después de haber estado parada más de 75 días por una avería en el sistema de refrigeración, "evidencia el riesgo que supone mantenerla en funcionamiento más allá del 2021, dado el historial de incidentes que acumula".
En este sentido, recuerda que les Corts Valencianes son el único parlamento del Estado en aprobar el cierre definitivo de una central nuclear.
"Cofrentes es una de las centrales que más incidentes ha tenido de todo el Estado", advierte, y recuerda que diseñada en la década de los 60, cuenta con el mismo modelo de reactor, BWR, de la central nuclear japonesa de Fukushima, "cuya obsolescencia y riesgos han quedado tristemente acreditados para la historia".
"A ello hay que sumar la ingente cantidad de residuos peligrosos y tóxicos que genera cada año", unos residuos que "contienen 2.000 veces la radiactividad del combustible original, y que conllevan un alto riesgo de contaminación radiactiva persistente en caso de accidentes como los ocurridos en las centrales de Harrisburg, Txernòbil o Fukushima".
"Tenemos una responsabilidad para con las generaciones futuras, que nos exige paralizar la producción de más residuos nucleares, activos durante miles de años, y reducir un peligroso e injusto legado que tendrán que gestionar", asevera.
Según la formación ecologista, "la energía nuclear supone un freno para la implantación y el desarrollo de las energías renovables, pese a que son fuentes energéticas seguras social y ambientalmente, contribuyen de manera directa a la autosuficiencia energética, y generan más puestos de trabajo por unidad energética producida que la nuclear".
Defiende asimismo que hay estudios que permiten sostener que las energías renovables limpias "son las que más eficazmente reducen las emisiones de gases de efecto invernadero causantes del cambio climático, y son la mejor opción, junto con el ahorro y la eficiente energética, para luchar contra el mismo".