VALÈNCIA. Hace escasos días pudimos asistir a la última reunión con accionistas de Berkshire Hathaway, algunos lo hicieron por Youtube, que lo retransmite en streaming en directo. Otros lo hicimos 'in situ',13 españoles entre los miles de personas de todo el mundo que se trasladaron a Omaha para asistir a la fiesta anual del value investing. Para el que no lo sepa diré que Omaha es una ciudad en medio de la nada, en el medio-oeste americano, que fue punto de arranque del la construcción del famoso ferrocarril transcontinental americano, pero que hoy en día no tiene nada. Un centro con cuatro edificios y 500.000 habitantes a los que ni se les ve ni se les espera. Una suerte de rancho del oeste en forma de Downtown en el que el hombre más rico del mundo, el inversor más listo e inteligente del mundo, tiene su cuartel general.
Ese cuartel general son las oficinas centrales de Berkshire Hathaway, una empresa que Buffett compró cuando era una industria textil y que ha convertido en el mayor conglomerado a nivel mundial, con participaciones en compañías tan conocidas como la aseguradora Geico -una de las claves de todo esto- Coca-Cola, American Express, Apple y Wells Fargo. Y, por supuesto, en otras muchas empresas de las que posee el 100%, algunas muy desconocidas aquí y que operan en todos los sectores de la economía.
El principal porqué para desplazarse hasta Omaha es el espectáculo pues lo mismo que los amantes del fútbol van a los estadios o a los conciertos los de la música para ver a sus ídolos, muchos fuimos allí a ver al, quizá, mejor hombre de negocios de todos los tiempos; esperando que el fin de semana nos diera para pensar y seguir profundizando en todo aquello que nos ayuda a tomar mejores decisiones. Además, pudimos hacer algo de networking en los diversos eventos charlas y cenas que gestoras, family office y empresa como Guru Focus montan esos días en todos los hoteles y bares de la ciudad. En una de ellas, por cierto, participó Paramés.
Pero, ¿qué dijo Warren Buffett interesante este año en la convención?, ¿cuáles fueron los inputs con los que podemos quedarnos para la reflexión?. De todo lo que se dijo -que fue mucho- en más de 5 horas contestando preguntas, destacaré dos cosa para meditarlas con calma. En realidad son ideas de sentido común pero que olvidamos casi siempre cuando toca realizar inversiones día a día. Veamos.
Estas dos cosas nos suceden todos los días y, sin embargo, es de vital importancia controlarlas pues, como dicen los buenos bateadores de beisbol, hay que esperar a la buena bola para batear, o como dice Warren Buffett "haciendo unas pocas cosas bien en la vida puedes ser millonario si no haces muchas mal".
En la reunión de este año lo que dijo es "nos sentimos cómodos teniendo en cartera un montón de liquidez porque trabajamos con la idea de que tarde o temprano tendremos la oportunidad de invertirlo a ratios atractivos". Nada de precipitación, nada de sentir que el mercado se va sin ti. El arte de esperar el momento adecuado.
La economía es la suma de las decisiones racionales e irracionales que tomamos los actores de la misma, los seres humanos, y muchas veces éstas son más irracionales que racionales, aun cuando no queramos admitirlo. Reflexionar sobre cómo deben ser las cosas, aplicar el sentido común en nuestro trabajo y tener una visión tranquila de largo plazo, es decir, saber qué debemos invertir durante 30, 40 o 50 años, nos ayudará a tomar mejores decisiones.
Pero no es fácil y si no miren lo que dijo Charlie Munger "es duro ser razonable. Hay un millón de formas por las que la mente humana juega con sus dueños. Esto causa estupidez. Piensa cuántas veces te has dicho a tí mismo ¿por qué demonios hice aquello?".
Lorenzo Serratosa es cofundador de Kau Markets EAFI