VALÈNCIA (EP). La Unión Europea (UE) ha invertido un total de 535.000 millones de euros en Fondos Estructurales y de Inversión Europeos entre 2014 y 2020, lo que ha desencadenado una inversión total de 731.000 millones con el objetivo de fomentar la convergencia socioeconómica duradera, la cohesión territorial, la Europa social y una transición verde y digital, según el informe de 2022 sobre la ejecución de los Fondos adoptado por la Comisión.
En concreto, estos fondos permitieron dar apoyo a más de 4 millones de pequeñas y medianas empresas (pymes) y a un total de 55,2 millones de personas a través de acciones de empleo, inclusión social o habilidades y educación.
La capacidad de producción de energía se incrementó en más de 3.600 megavatios hora al año gracias a los recursos energéticos renovables, mientras que el consumo anual de energía primaria de los edificios públicos se redujo en 2,6 teravatios hora al año, lo que equivale a la cantidad de electricidad consumida por unos 720.000 hogares durante todo un año.
Además, 2,3 millones de proyectos apoyaron la competitividad del sector agrícola y las pyme rurales y ayudaron a crear puestos de trabajo en las zonas rurales, mientras que en el sector de la pesca y la acuicultura se mantuvieron 44.000 puestos de trabajo y se crearon más de 6.000 nuevos puestos de trabajo.
Estas ayudas también estuvieron en la primera línea del apoyo a los Estados miembro y las regiones para hacer frente a la pandemia de COVID-19 y su impacto económico.
Los fondos se han distribuido desde el estallido de la pandemia en 2020 y 2021 para cubrir las necesidades emergentes de instituciones médicas, investigadores, empresarios, empleados y personas vulnerables y han ayudado a capacitar a millones de personas con pocas habilidades, muchas de las cuales obtuvieron calificaciones formales.
Asimismo, el informe revela que resultaron fundamentales para impulsar las medidas de eficiencia energética y las energías renovables, la renovación de edificios y la integración del mercado, como impulsores clave de la seguridad energética de la UE.