VALÈNCIA. No es una exposición al uso; sus obras no son fáciles de ver a simple vista y para descodificarlas hace falta detenerse ante ellas con calma. El Museu de Belles Arts de València acoge la muestra de grabando antiguo más grande hasta ahora llevada a un museo español. Entre sus paredes se exhiben 141 obras; 127 estampas de distintos artistas alemanes pertenecientes a la Colección Mariano Moret y 14 grabados de Alberto Durero de la Biblioteca Nacional de España. Se trata de piezas de pequeño formato e incluso diminuto, muchas de ellas del tamaño de un sello. Sin embargo, la embergadura de su trabajo es mucho mayor al reunir por primera vez en una exposición nacional la muestra monográfica de los Kleinmeinster (Pequeños Maestros), artistas alemanes que siguieron la estela del genio renacentista Alberto Durero, siendo alguno de ellos discípulos del maestro. Su aportación sirvió además como colofón a la edad de oro de esta disciplina.
El propietario de la colección, Mariano Moret, empezó a interesarse por el grabado antiguo después de comprar, sin ninguna aspiración, unas piezas de unos maestros del siglo XVIII en una librería parisina. Sin embargo, desde ese momento, empezó a sentir una mayor curiosidad por este tipo de arte recorriendo con ello exposiciones y bibliotecas en busca de más información. Con el tiempo ha logrado reunir una enorme compilación de más de 500 obras que ahora llegan -parcialmente- al Museu de Belles Arts casi de manera excepcional. Y es que, tal y como ha indicado Moret, después de exponerse en València, del 17 de mayo al 29 de julio, las estampas deberán ser guardadas en un deposito durante cuatro años para protegerlas de daños irreparables ante la luz o la humedad.
Así, en modo de 'slow exibition', Kleimeister. El legado de Durero en la Colección Mariano Moret surge como una oportunidad de dar a conocer un arte "bastaste olvidado" y que rara vez es expuesto por su formato tan individualizado. "La gente no puede pasar por delante sin más, se requiere de una observación participativa porque la descodificación del arte pequeño no es solo desde el conocimiento, sino también desde nuestra capacidad física de detectar diversos interfaces", apunta el director del museo, José Ignacio Casar Pinazo. En efecto, los expertos utilizan lupas para poder apreciar mejor los detalles, algo imposible en un museo dado que podrían dañar la imagen.
Con este cometido Mariano Moret ha querido también "cubrir los huecos" que la Biblioteca Nacional de España tiene sobre la cultura de los grabados. Motivo por el que en un futuro le gustaría donar sus series a la institución. Así mismo, su contribución con València se completa con un conjunto de estampas de los Hopfer, familia de grabadores que inventaron la técnica del aguafuerte, posteriormente usada por Piranesi o Goya.
Las obras que exhibirá el Museo de Bellas Artes albergan casi 500 años de historia. Una época de oro en el grabado de Alemania que se intensificó a raíz del descubrimiento de la imprenta de Gutemberg en 1440; la llegada a Alemania de las novedades del Renacimientos, propiciada por dos viajes que Durero emprendío entre 1494 y 1505; y la Reforma protestante que inició Lutero en 1547 cuando clavó 95 tesis contra las indulgencias en la puerta de la iglesia de Witemberg. Es de imaginar que con este contexto las estampas se tiñieran de una enorme carga política, ya que tanto los hermanos Beham, Georg Pencz o Heinrich Aldegrever iban en contra del poder establecido.
Pero las obras de los Pequeños Maestros representaban una gran variedad de temas; desde escenas mitológicas o sacadas de la Biblia, hasta representaciones de la vida cotidiana que dieron lugar a algunas de las primeras escenas de género de la historia del arte. También, las más polémicas se centraron en representaciones eróticas. Los Pequeños Maestros iban a contratiempo con su época y por ello fueron encarcelados en repetidas ocasiones, incluso desterrados dos veces por sus obras "convulsas". A pesar de ello, "la elevada pericia técnica" con la que lograron concentrar tantas inquietudes y personajes "sin que saliera ni un solo borrón', les ha convertido en maestros del estampado.
Desde el Museu de Belles Arts tenían como aspiración acercar los antiguos estampados al público, especialmente 'millennial', mediante una zona interactiva que les ayudase a "mirar el arte de otro modo". Una filosofía que precisamente casa con la del Día de los Museos -18 y 19 de mayo- gracias a su lema oficial de 'espacios hiperconectados'. Para ello, se han preparado tres actividades con las que ampliar el universo de los Pequeños Maestros. Habrá gafas de realidad virtual con las que los espectadores podrán sentir que se encuentran en un taller alemán del siglo XVI; a través de una tablet y en una técnica de realidad aumentada, se recrearán las fases de producción de un grabado -la talla, el entintado y la impresión- al colocar ésta en frente de un cuadro; y por último, un juego de preguntas examinará lo que hayamos aprendido sobre la colección. Todo este trabajo surge de la colaboración del museo con la Unit Expimental de la Politècnica de València, a cargo de Núria Rodríguez.
El Museu de Belles Arts de València abre sus almacenes, con motivo de celebrar el Día Internacional de los Museos, y prepara un recorrido por los pasillos en los que se conservan verdaderos tesoros, donde se lleva a cabo la catalogación de obras y donde suceden demás labores de mantenimiento que permiten que el museo funcione
Tras inaugurarse en València, la exposición 'Prohibit fixar cartells. REA' pasa por el Museu de Belles Arts de Castelló con una nueva selección de carteles que pretende recordar cómo ha sido el diseño en la provincia durante las últimas décadas