VALÈNCIA. La Asociación de Empresas del Gran Consumo (Aecoc) ha mostrado su rechazo a la subida de impuestos planteada para 2021 y ha pedido alargar los ERTE hasta junio. Así lo ha trasladado Francisco Javier Campo, presidente la patronal del gran consumo, en la primera ponencia del 35º Congreso de Gran Consumo celebrado este miércoles en el Palacio de Congresos de València, en la que ha abordado el factor de la competitividad.
Campo ha planteado para favorecer la salida de la crisis soluciones como la ampliación de la carencia para los créditos ICO, ayudas directas a empresas viables y una revisión de la ley concursal, donde hacer desaparecer una empresa no viable se pueda realizar de forma rápida y ordenada y, en el caso de ser viable, alargar los plazos para recuperar la actividad. También ha pedido reforzar el apoyo al canal Horeca y evitar los cierres totales de la restauración.
El presidente de Aecoc también ha pedido que, teniendo en cuenta la tasa de parados, lo último que se debería plantear es una contrarreforma laboral. "Derogar una reforma laboral, aunque sea parcialmente, que ha permitido crear 3,5 millones de empleos en siete años, en estos momentos sería una irresponsabilidad", ha sentenciado.
Además, ha pedido a la clase política que evite la confrontación permanente y la incapacidad de llegar a acuerdos. "La clase política debería de reflexionar seriamente sobre la dinámica en la que están instalados y concentrarse en las verdaderas prioridades que tiene la sociedad española en estos momentos que solo son dos, salvar vidas y salvar empleos, todo lo demás es secundario", ha recalcado.
Campo ha asemejado esta crisis a una "catástrofe natural" en la que el sector público tiene que ayudar a la reconstrucción del sector privado. En este sentido, recordaba que países como China ya están creciendo en tercer trimestre de este año un 4% respecto al último trimestre del al año pasado, mientras que en Estados Unidos su PIB ha caído un 3,9%, Alemania y los países centro europeos han tenido una caída del 4,5% mientras que Italia y España han caído un 11%.
"Esa asimetría viene por los diferentes niveles de confinamiento que hemos tenido y la diferente estructura sectorial de cada una de las economías", ha apuntado Campo. "España no es solo uno de los países que más está cayendo, sino de los últimos que va a salir de la crisis", ha sentenciado.
Respecto a esta afirmación ha puesto sobre la mesa cuatro cuestiones. En primer lugar un confinamiento más prologado y más intenso que el resto de la Unión Europea, una estructura sectorial más orientada al turismo y los servicios, un peso más elevado de las pymes y una menor capacidad de respuesta fiscal por las deudas previamente contraídas.
Sobre la salida de la crisis, ha augurado recuperaciones en tres bloques. En primer lugar los países asiáticos como Corea del Sur o China, que ya están creciendo respecto al nivel pre-crisis. Estos serán seguidos por EEUU o Alemania, que al final del año que viene habrán recuperado el nivel pre-crisis. En tercer lugar aparece España, en el que asegura que a final de 2021 el PIB seguirá siendo un 7% inferior al anterior a la crisis.
Campo también ha puesto sobre la mesa estimaciones, que en el caso de España cree que he cerrará el año con una caída del PIB del 13%. Mientras, ha apuntado que en el trienio 2019-2022 la caída acumulada del PIB podría ser de un 1,3%. Sobre el consumo, este año caerá un 16% y, con la recuperación de los próximos dos años, el consumo seguirá un 4% por debajo al del año 2019. "Estas son las mejores estimaciones que podemos hacer con los datos que tenemos a día de hoy", ha explicado.
El presidente de Aecoc también ha reflexionado sobre los niveles de confinamiento de los diferentes países europeos y ha recordado que el de España fue más tardío pero más intenso. "Hasta hace unos días España era el país con más nivel de restricciones de toda la zona euro", ha señalado.
En este sentido, ha apuntado a países como Alemania, donde se han realizado restricciones más selectivas enfocados a los núcleos de contagios y mantenerlo de forma consistente en el tiempo. "Lo han mantenido durante meses", ha recalcado. "Este segundo grupo de países seguramente ha gestionado mejor la crisis sanitaria, pero lo que es indiscutible es que han provocado un destrozo menor en sus economías que los países que hemos tenido restricciones muy contundentes seguido de periodos muy livianos", ha apuntado. En este sentido, ha pedido extraer algunas lecciones sobre esta cuestión ante una segunda ola de contagios.
Campo también alertaba sobre la menor capacidad de respuesta fiscal que tiene España por el mayor endeudamiento externo. "En un país como Bélgica todo su deuda está financiada por el ahorro de los belgas, por el sector privado, familia y empresas, además, generan un excedente adicional equivalente a un 50% de su PIB para prestarlo al exterior", ha apreciado.
Mientras, en España ha señalado que sería necesario el equivalente aun 100% del PIB para poder hacer funcionar la economía y prestado desde el exterior. "Eso nos deja muy poco margen de maniobra, deberíamos tener superávit en la balanza por cuenta corriente para reducir esta vulnerabilidad que nos deja en una situación complicada cada vez que hay una situación de este tipo", ha lamentado.
El presidente de Aecoc ha recordado que no solo existe asimetría por países, sino también por sectores, donde entre los más perjudicados han sido el turismo, el ocio o el transporte. "El Horeca caerá al menos un 50% este año y será de los sectores que saldrá más lentamente de la crisis", ha recordado. Mientras, otros sectores como los minoristas de alimentación crecen mientras que también hay diferencias en la industria de bienes de consumo dependiendo de los fabricantes. "Tenemos riesgo de que estas asimetrías se amplifiquen en una segunda ola", ha insistido.
"En muchos sectores de actividad, cuando se cierren las cuentas de este año, la mayor parte de las empresas van a estar quebradas", ha lamentado Campo. "O hacemos algo para resolver esa situación, o el daño estructural que se va a producir en el tejido productivo será muy severo". En este sentido, recordaba que el año que viene la inversión privada se va a desplomar y que la inversión pública debería cubrir ese agujero invirtiendo en infraestructuras como la del Corredor Mediterráneo.
Sobre sectores que sí podrán destinar recursos a su crecimiento ha apuntado precisamente al del gran consumo. "Es uno de los menos impactados por la pandemia y tanto la distribución de la alimentación como las de gran consumo van a poder mantener sus inversiones y ayudar a poner un suelo en la caída que tendremos en el conjunto de la economía", ha recordado, y ha destacado el comportamiento "excepcional" durante el confinamiento.
"España ha salido bien librada en esta negociación", ha señalado el presidente de Aecoc, quien ha recordado que España recibirá una ayuda de 140.000 millones de euros, el 11% del PIB. "Hay otros países que no van a recibir prácticamente ayudas y van a tener que contribuir a ese fondo". Sin embargo, ha recordado que estas ayudas tendrán una condicionalidad, y es que van a obligar a presentar reformas estructurales en el ámbito laboral y una reforma profunda del sistema de pensiones para hacerlo sostenible. "A partir del año 2022 el pacto de estabilidad volverá a estar en vigor y nos van a obligar a volver a reconducir el déficit estructural por debajo del 3%", ha recalcado.
Mientras, ha recalcado que para recibir estas ayudar -que llegarían en 2023-2024- habrá que presentar verdaderos proyectos transformadores en el ámbito de la digitalización y la sostenibilidad. "Esta vez va a ser diferente, no se trata de hacer trámites administrativos para recibir subvenciones, esta vez tenemos que hacer nuestro trabajo", ha sentenciado. "Vamos a pesar a la siguiente generación una enorme deuda pero a cambio una economía más competitiva y más sostenible". De hecho, ha alertado de que no sería la primera vez que España se queda sin ayudas europeas por no hacer su parte del trabajo. "En estos momentos y circunstancias esto sería imperdonable".