VALÈNCIA (VP). Tal como había anunciado ya hace tiempo y venía contando este diario, una vez finalizado el proceso de renovación parcial de los miembros de los órganos de gobierno de Caixa Ontinyent, Antonio Carbonell ha presentado su renuncia a los cargos de presidente y de miembro del consejo de administración de la entidad. Carbonell fue vicepresidente entre los años 2000 y 2013, y presidente desde entonces, habiendo afrontado con gran acierto la crisis financiera (2008-2012) que afectó y transformó todo el sistema bancario español con la caída, además, de la práctica totalidad de las cajas de ahorros. A la supervivencia de Caixa Ontinyent no fue ajena, en absoluto, la posición del entonces Vicepresidente, Antonio Carbonell, quien apostó por la continuidad de un modelo banca diferente, social, próxima, territorial y anclada en unas comarcas centrales valencianas de las que es pulmón financiero y motor económico.
En palabras de Carbonell, “como consejeros, nuestro compromiso con los fundadores y con la sociedad es garantizar la continuidad de una caja de ahorros creada con el fin específico de contribuir al bienestar de su ámbito de actuación asegurando la disponibilidad de los ahorros, financiando la economía productiva, facilitando el acceso a los servicios financieros y revirtiendo los beneficios en actuaciones de interés comunitario. Es lo que ha venido haciendo esta Caja desde 1884, y a todos nos corresponde ir pasando el testigo de generación en generación para que esa labor perdure en el tiempo, evidentemente amoldada a las circunstancias de cada época. Ahora es mi momento, el momento de pasar el testigo a otra generación joven, con empuje, con la misma voluntad y con la misma fuerza con que llegué yo a la caja hacer 21 años”.
En los últimos años y bajo la presidencia de Antonio Carbonell, Caixa Ontinyent ha afrontado su transformación digital que, a diferencia de otras entidades, conjuga con los servicios tradicionales a través de las oficinas. “Estamos asistiendo a una total transformación del sector bancario a marchas forzadas, con cierre de oficinas, reducción de personal y reconducción de servicios a unos medios telemáticos con los que se familiarizan especialmente las generaciones más jóvenes. Pero ese apresuramiento puede generar temporalmente focos de exclusión financiera en determinadas áreas geográficas y en determinados colectivos. Y ahí tiene un papel fundamental Caixa Ontinyent, mitigando esos efectos en su zona”.
Reconducir y adaptar la actividad financiera de la Caja a estos tiempos y mantener la rentabilidad y la solvencia han sido objetivos básicos de la gestión del Consejo de Administración. Y se han conseguido con esfuerzo y con el trabajo cotidiano de la gran plantilla de profesionales con que cuenta la Entidad. Pero Antonio Carbonell destaca especialmente la proyección social de Caixa Ontinyent y la labor a través de su Obra Social, que está aportando recursos materiales e inmateriales a nuestras localidades. “Ahora que se habla tanto de esa España despoblada o en despoblación nos damos cuenta de la gran importancia que tiene nuestra caja en el mantenimiento de la calidad de vida de nuestra gente, porque nuestros pueblos necesitan actividad económica, viviendas dignas, infraestructuras sanitarias, docentes, asistenciales y culturales, y una sociedad civil activa y con iniciativa. Y en todos estos campos actúa Caixa Ontinyent: financiamos esa actividad económica y la construcción de viviendas, tenemos en funcionamientos centros sociales, asistenciales y culturales, potenciamos la investigación y divulgación de temas autóctonos, estamos presentes en los Campus universitarios, colaboramos con más de 300 colectivos, gestionamos fundaciones, y a través de la Fundació Caixa Ontinyent hemos recuperado el Monte de Piedad y desarrollamos un programa pionero de educación financiera abierto a todas las personas a través de diferentes canales”.
Como reconoce el propio Carbonell, esa actuación de Caixa Ontinyent se debe a la confluencia de varios factores: la confianza de los clientes, la profesionalidad de la plantilla y las acertadas decisiones estratégicas de unos órganos de gobierno que creen seriamente en el futuro de esta caja. ”Mi felicitación a todos, clientes, personal y miembros de órganos de gobierno, por la labor realizada, y mi agradecimiento por la colaboración que me han dispensado en estos años. Ha sido un orgullo presidir esta Caja, que dejo en una buena posición y las mejores manos. Vienen tiempos difíciles para el sector, lo sabemos, y por eso, aun sabiendo que contamos con el mejor equipo, les deseo la mejor suerte”.
La renuncia de Antonio Carbonell deja vacante la presidencia de Caixa Ontinyent cuyas funciones ejercerá, hasta la elección de nuevo presidente por parte de su consejo de administración, previsiblemente en unos días, el vicepresidente José Pla Barber, también vinculado a la caja por su pertenencia al consejo de administración desde el año 2000, en cuyo seno ha ejercido diversos cargos. José Pla es doctor en Ciencias Económicas con premio extraordinario de doctorado y certificado europeo, catedrático de Organización de Empresas de la Universidad de Valencia e investigador asociado del “John Dunning Center” de la University of Reading (U.K)