CASTELLÓ. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) ha interpuesto una denuncia ante la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) a fin de que este órgano dependiente del Ministerio de Agricultura investigue y, en su caso, sancione a la cadena de supermercados Lidl por usar la naranja española como producto reclamo y contribuir a agravar la crisis de rentabilidad que atraviesan los agricultores en este inicio de campaña citrícola.
A través de una promoción abierta desde el pasado jueves, Lidl está vendiendo naranjas de origen español de la variedad navelina a solo 0,80 euros por kilo tras aplicar un descuento del 33%, lo que podría incurrir en una destrucción de valor en la cadena alimentaria, señala la organización agraria.
El presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, exige “la retirada inmediata de este nuevo presunto abuso comercial de Lidl, porque pensamos que a este precio irrisorio es imposible cubrir todos los costes que hay entre el campo y el lineal del supermercado. Estamos ante el enésimo escándalo de esta cadena alemana que no duda en recurrir a la bajada de precios en las frutas, y especialmente la naranja nacional, para tratar de vender otros productos a los que aplica un valor más justo. Queremos saber qué cotización se ha pagado a los citricultores y esperamos que caiga sobre esta cadena, si se comprueba que ha habido abuso, todo el peso de la ley”.
Según un estudio del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (Ivia) de 2020, los costes de producción de la naranja ascienden a 0,23 €/kg para el productor. Sin embargo, AVA-Asaja recalca que el encarecimiento de los diferentes gastos (energía eléctrica, combustibles, fertilizantes, tratamientos contra plagas y enfermedades, etc.) ha disparado los costes en torno a un 30% respecto a la temporada pasada, lo que aproximaría el gasto total del cultivo de la naranja a los 0,30 €/kg en campo.
Por el contrario, debido principalmente a las masivas importaciones citrícolas procedentes de países terceros, sobre todo Sudáfrica, Egipto y Marruecos, y a prácticas comerciales abusivas como la que presuntamente ha ejercido Lidl, las ventas de naranjas navelina en la Comunitat Valenciana han empezado de manera apática y a unos precios en origen que se están hundiendo incluso por debajo de los 0,15 €/kg, casi la mitad de las cotizaciones registradas hace justo un año.
Aguado reivindica que “la Ley de la Cadena Alimentaria que ahora mismo está siendo reformada en el Congreso y el Senado debe servir para evitar abusos como el de Lidl con la naranja nacional porque, si no es así, va a acabar siendo papel mojado. La crisis naranjera es el último ejemplo de que hasta ahora los objetivos de la ley y la realidad han sido dos cosas bien distintas. Por eso, nuestros políticos tienen que conseguir que la intención de la ley se vea reflejada a pie de campo y no vuelvan a ocurrir más atropellos a agricultores y ganaderos”.