Foto: ANTONIO PRADASCASTELLÓ. "Los Sherpas Forever". Con esta frase, grabada en sus guitarras, empezó la banda castellonense a tocar en los sesenta. Los Sherpas nacieron en un momento de efervescencia musical, en el que podían haber perfectamente sesenta grupos funcionando en la provincia. Lo malo, que este clima favorable no era suficiente para sostener una banda y antes de lo pensado, detuvieron su actividad por sus estudios. El tiempo llevó a Javi Vidal (batería), Juan Nebot (bajo), Paco Pérez (guitarra solista) y Pepe Aparicio (cantante y guitarra) hacia otro derroteros.
No obstante, algo de razón tenía la frase de aquella guitarra y Los Sherpas nunca llegarían a desaparecer del todo. La banda tocó el sábado pasado en el bar La Pacheca, en el Grau de Castelló, después de cincuenta años sin juntarse sobre un escenario. Los Sherpas eran, como se dijo, para siempre. "Cuando nos pusimos este nombre en el 66 pensé en los sherpas, que son los que tienen que subir la montaña y llevar toda la carga hasta el himalaya".
250 ensayos ha tenido la banda que hacer durante este tiempo. "Uno a la semana, durante cinco años", detalla Aparicio. Fueron muchos, porque el objetivo de la banda no era en realidad regresar a los escenarios. "A volver nos movió la misma motivación que cuando empezamos de jóvenes, que era llenarnos de música. En los ensayos nos liberamos de cualquier cosa. Estar otra vez juntos nos da una vida impresionante", comenta Vidal.
También fue clave, bromean, "tener algún euro ahorrado para comprar instrumentos". Y es que cuando empezaron eran bastante más caros. "Hace 50 años una guitarra eléctrica era un lujo, costaba unos 80 mil pesetas. Ahora con 60 euros tienes una", explica Aparicio. Y, en efecto, cuando se decidieron a volver a ensayar, Vidal se compró una batería, porque la suya ya no la tenía. "Fue todo un reto", asegura.
"En mi caso siempre había tenido el gusanillo ahí y como ahora con la jubilación dispongo de tiempo libre para hacer las cosas que no hice durante cuarenta años, me puse a escribir canciones en inglés, castellano y valenciano", señala Aparicio, que presentó algunas de estas letras en La Pacheca.
Por su parte, Nebot sí que ha continuado durante este tiempo vinculado a la música de manera más directa, porque ha formado parte de diferentes agrupaciones de folklore. Entre las cuales está Els Llaurador, otra de las bandas más antiguas de Castelló.
El último concierto de Los Sherpas fue en 1968, en el Festival de Conjuntos que se celebraba en el Teatro Principal, donde interpretaron 'Lucy in the Sky With Diamonds', canción mítica de los Beatles. Siempre les había gustado a la banda el inglés y cuando tenían la ocasión no dudaban en interpretar las versiones de los grupos que admiraban. También lo hicieron en su regreso. "Cuando empezamos a ensayar en el almacén del padre de Javier, en Ingeniero Ballester, tocábamos la música que nos gustaba de la época. Kinks, Animals y también alguna banda española como Sirex y Los Gringo. Pero sobre todo música inglesa de los sesenta", recuerdan.
A partir de ahí, Los Sherpas empezaron a configurarse propiamente como grupo. "Estábamos muy interesados en la música, pero todo lo que hacíamos era muy familiar. Nos daban envidia otros grupos que iban a tocar a Mallorca. Era alucinante el simple hecho de poder dejar todo e ir hasta allí a hacer campaña de invierno. Nosotros no teníamos la capacidad mental de dar ese paso. Excepto Morcillo que sí lo dio. Pero en nuestro caso, quizá no necesitábamos más. Con lo que teníamos estábamos muy a gusto".
Los Sherpas también contaron en su día con Juan Antonio Morcillo. "El motor de la música en Castelló y el rockero por excelencia", como le recuerda Aparicio, quien publicó recientemente un libro dedicado a la carrera del músico. En 2015 Morillo falleció dejando un vacío difícil de llenar en la provincia. Además, de en Los Sherpas, el castellonense pasó por bandas como Motor, Los Romeos y Los Rangers, pero Morcillo El Bellaco y Los Rítmicos fueron los grupos que mayor popularidad le dieron. "Su música rock se fue plasmando y alejándose algo del contenido pop que imperaba en la época. Creó entonces sus mejores canciones, y tal vez su posicionamiento formal en el panorama musical", sentencia Aparicio en una entrevista anterior con este diario. Y ahora agrega: "Cuando a nosotros nos dijo que se iba de la banda porque tenía que buscar nuevos retos, nos pareció bien. Era un músico profesional. Tenía más motivación de la que nosotros pudimos tener. Así que tras un año y dos meses se fue".
No fueron así, las diferencias musicales y personales habituales que existen en las bandas lo que detuvo el proyecto de Los Sherpas, simplemente su destino no era el de ser un gran grupo de pop/rock. Pese a ello, en su hemeroteca quedan 14 canciones -ahora alguna más- y decenas de vivencias que recuerdan con cariño.
Un concierto al que volveríais...
-Juan Nebot: "Cuando fuimos a tocar al Colegio Argentina, donde la actual Escuela de Vela. Allí había un internado donde se estudiaba corte, confección y alta costura. En él conocí a mi mujer".
-Javi Vidal: "El del Teatro Principal. Era un festival de bandas locales, pero también vino alguna de València. Fue una muy buena experiencia".
-Pepe Aparicio: "La noche del 31 de diciembre de 1968 en el Club Náutico de Castelló, propiedad de los hermanos Ripollés. Fuimos el conjunto que amenizó la velada. Lo más emocionante fue que cenamos la misma comida que los comensales. El cóctel de marisco era espectacular."
Fotos: ANTONIO PRADAS¿Y tras la Pacheca, qué? "Igual en Magdalena hacemos algún directo. Todo se verá", afirma la banda.
Sobre la actual escena musical tienen una sola cosa clara Los Sherpas, "que hay futuro, porque los jóvenes siempre se revientan". "Por otra parte, nos alegramos de que las salas de música de Castelló puedan funcionar. Lo han pasado muy mal estos años".
