Enrique Bañuelos (Foto: Reuters) VALÈNCIA. 'Bañuelos 'gafa' a Inzile: se hunde en bolsa un 37% desde que anunció su intención de comprarla'. Así titulaba este diario el pasado 4 de agosto y poco más de un mes después la caída de la cotizada sueca se ha ampliado hasta el 56% desde que el empresario saguntino se lanzara a por ella el 21 de junio del presente ejercicio, tal y como se refleja en el gráfico inferior. Aquel día las acciones del fabricante de vehículos eléctrico cerraron en las 46,10 coronas suecas -al cambio 4,53 euros- frente a las 20,35 coronas o 2 euros que marcaban ayer miércoles a media sesión. Por el contrario, el OMX Stockholm 30 Index -principal indicador bursátil del país escandinavo- se ha revalorizado un 5% en idéntico periodo.
De este modo, la capitalización de la firma dirigida por Ragnar Åhgren se ha reducido en tan corto espacio de tiempo en 50,25 millones de euros al cambio, al pasar de los casi 90 millones a los 39,7 millones. Todo ello mientras se acerca la junta, cuyos accionistas están citados el 20 de septiembre para aceptar la oferta de Enrique Bañuelos... que visto lo visto en el parqué bursátil hay pocas ganas. Conviene recordar que la operación pasa por que Inzile se haga con el 80% -en principio era el 50%- de la compañía española QEV Tech -controlada por el exfundador de Astroc- y posteriormente éste se haga con casi dos tercios de la sueca comprando las nuevas acciones que se emitan al respecto.
Dos semanas después de que Bañuelos se lanzara a por Inzile, la nórdica recibía un pedido de 96 bólidos eléctricos de eFashion Championship (eFC), también controlada por el empresario español; pero eso sí siempre y cuando la operación de hacerse con la cotizada llegue a buen puerto. De este modo, todo está en manos de los accionistas del fabricante de vehículos eléctricos que participa -junto a QEV Technologies- en un proyecto para convertir la planta de Nissan en Barcelona en una fábrica multimarca y multiproducto de coches eléctricos.
Inzile se encargará de la gestión del proyecto del pedido, que incluye el abastecimiento de la capacidad de entrega de QEV Tech, así como de otros proveedores. Los coches de carreras se producirán y entregarán dentro de los doce meses siguientes a la fecha del pedido. Pero eso sí siempre y cuando se complete la transacción para permitir que eFC adquiera el 63% de las acciones, que le generará un margen neto de 8 millones de euros, según las previsiones de la sueca.
Un Bañuelos que entrará en Estados Unidos de la mano de Inzile -si los accionistas le dan el 'sí quiero' a su oferta- a través de una 'joint venture' con una firma americana, tal y como ya contó Valencia Plaza hace un mes. La filial americana utilizará toda la tecnología de electromovilidad necesaria de QEV Technologies. Todo ello mientras el objetivo del empresario saguntino es de crear un 'hub' europeo líder en el sector de vehículos eléctricos y, por otro lado, asegurar los recursos necesarios para una expansión global.
A lo largo del presente ejercicio, la compañía nórdica pierde en bolsa casi dos tercios de su valor frente al 27% que se revaloriza el 'Ibex sueco'. Un desplome que contrasta con la explosiva subida del 346% durante el pasado año. Pese a todo todavía duplica su capitalización desde que echara a andar el 28 de junio de 2019 en el Nasdaq First North Growth Market del Nasdaq Nordic. Cierto es que llegó a sextuplicarla a primeros de este año en este mercado que vendría a ser en España el BME Growth o antiguo Mercado Alternativo Bursátil (MAB).
Mientras tanto Enrique Bañuelos acaba de firmar una alianza estratégica con el Grupo Piñero -a través de su marca Turiscar Ecotrain- con QEV Tech para ofrecer soluciones de movilidad sostenible basadas en la electromovilidad, en el Caribe y Brasil. La nueva compañía, que estará participada al 50% por ambos, busca dar una respuesta integral y sostenible a las necesidades de movilidad de los hoteles y resorts del Caribe y Brasil. Asimismo apuesta por dejar de lado la movilidad de combustión en favor de la eléctrica, a través de vehículos especiales y únicos que serán diseñados específicamente en España.
Por otro lado, su objetivo es dar respuesta a todos los servicios de movilidad necesarios en el sector hotelero, desde los transfers para el traslado de pasajeros a aeropuertos, hasta el transporte interno de los clientes dentro de un complejo o las excursiones y demás temas logísticos.
