La batalla de los impuestos ha empezado

Todo apunta a que no se avecinan buenos tiempos, el carburante por las nubes, la electricidad y la cesta de la compra descontrolados y, ante la próxima crisis, y ya no sé cuántas llevamos, los estados están tratando de blindar sus ingresos mediante subidas de impuestos.

En España nuestro gobierno ha anunciado la creación del nuevo impuesto a las grandes fortunas, el cual está por diseñar ¿Gravará a los extranjeros con bienes en España? ¿Qué pasará con las actuales exenciones a la empresa familiar? ¿Se mantendrá el denominado límite conjunto con el IRPF?

El Impuesto se articula como medida provisional frente a la actual situación económica, aunque más bien parece ser una treta para "pasar por encima" de las comunidades autónomas que han bonificado el Impuesto sobre el Patrimonio o están en ello.

De esta forma, en comunidades como la de Madrid, seguirán sin pagar Impuesto sobre el Patrimonio, pero pagarán este nuevo impuesto, mientras que, a los ciudadanos de las comunidades autónomas, en las que actualmente se paga Impuesto sobre el Patrimonio, se les permitirá la deducción de este en el nuevo impuesto a las grandes fortunas.

A propósito del Impuesto sobre el Patrimonio, a mi juicio este es un impuesto que debería eliminarse, como ya ha ocurrido en la mayoría de países de nuestro entorno, pues ya pagas IRPF cuando generas la renta y luego IVA cuando te gastas la renta generada en comprar un activo, por lo que tener que pagar además todos los años impuestos por tener el activo, que tanto te ha costado adquirir, resulta abusivo.

Desde el punto de vista de la justicia social tendría sentido que en todas las comunidades autónomas se pagaran los mismos impuestos, no parece justo que unos tengan que pagar más que otros sólo por donde fijan su residencia.

Pero las cosas están así, no pagas lo mismo en el IRPF o en Impuesto sobre el Patrimonio si vives en Madrid o si vives en Valencia, donde, por ejemplo, el tipo máximo en el IRPF es del 54%.

Por otro lado, los cambios artificiales de residencia para evadir impuestos, tiene su riesgo, la Administración Tributaria utiliza el big data en sus inspecciones, analiza las compras con tarjeta, la dirección del centro médico habitual del contribuyente, las llamadas del móvil, el colegio de los hijos, las cuotas en gimnasios y cualquier otra circunstancia que evidencie el lugar de residencia real.

La tan deseada armonización fiscal de las comunidades autónomas bien podría venir con la eliminación, en todas ellas, del Impuesto sobre el Patrimonio.

Esperemos que este nuevo impuesto a las grandes fortunas no aleje de forma masiva a posibles ciudadanos que desean fijar la residencia en nuestro país, confiemos en la verdadera temporalidad del mismo, por ahora ya conozco algunos que estaban planificando su venida a España, pero han decidido darle una vuelta al asunto y ahora me preguntan por Portugal.

En mi modesta opinión, cada vez que hay una crisis, antes de perseguir los ingresos de los ciudadanos, con más o menos posibilidades, los que nos gobiernan deberían poner el interés en reducir el gasto de una Administración mastodóntica y luego, si aún hiciera falta, recurrir a sus ciudadanos subiendo sus impuestos. Pero esto parece un sueño y por ahora se ha disparado la Guerra Fiscal entre comunidades autónomas.

Vicente Graullera es presidente de la Sección de Derecho Tributario del ICAV y Socio de PML Abogados, Grupo Asesor