El Cabanyal coge impulso: 8,2 millones para rehabilitar 170 casas y construir 10 nuevos edificios

VALÈNCIA. Nuevo impulso en el camino de la regeneración del barrio El Cabanyal. La segunda edición del programa de ayudas para la rehabilitación de viviendas ubicadas en el área de Regeneración y Renovación Urbana (ARRU) destinará 8,2 millones de euros durante los próximos cinco años a la rehabilitación de 170 viviendas y a la construcción de 10 bloques residenciales ubicados en solares surgidos a partir de los derribos acometidos en esta zona de la ciudad. El desarrollo de este plan contempla también la ejecución de un programa de realojamientos.

Un nuevo paso que se canalizará a través de la sociedad sociedad pública Plan Cabanyal -integrada a partes iguales por Ayuntamiento y Generalitat- que se encargará de la gestión de los programas de regeneración del barrio y servirá de "ventanilla única" para las solicitudes de viviendas y ayudas para el alquiler. Fue hace una semana cuando los dirigentes del Ayuntamiento de València y de la Conselleria de Vivienda trazaron las nuevas líneas que regirán el funcionamiento de la entidad pública dotándola de numerosas funciones de cara al futuro. Entre sus nuevas obligaciones está el encargo de gestión de proyectos y operaciones adscritos al programa EDUSI, cofinanciados por la Unión Europea y que, por el momento, acumulan importantes retrasos en su ejecución.

Este martes se reunían el conseller de Vivienda y Arquitectura Bioclimática, Rubén Martínez Dalmau, el alcalde de València, Joan Ribó, para dar cuenta de las nuevas actuaciones en el barrio que contarán con esta nueva inyección de 8,2 millones, de los cuales la administración autonómica aporta 830.000; la municipal, 3,3 millones de euros y la central, a través del Ministerio de Fomento, 1,8 millones. A estas cantidades se suman los 2,2 millones de euros que aportan los particulares que participan en el programa. "Este ARRU es un nuevo paso importante que damos para demostrar que continuamos trabajando en este tema que nos hemos tomado muy en serio", subrayó el primer edil de la ciudad.

Y es que el objetivo principal de este segundo plan es recuperar el barrio promoviendo su rehabilitación y aumentando su oferta habitacional con dos fines: ampliar el parque público y, por otro lado, conseguir una mayor oferta que provoque una bajada de los precios del alquiler en esta zona de la ciudad que se ha erigido como uno de los focos de mayor interés inmobiliario. "Se trata de descongestionar el mercado del alquiler dado que con la entrada de un parque público potente los precios del alquiler bajarán", subrayó el titular de la cartera de Vivienda en la Generalitat. "Estamos totalmente dispuestos a que esta forma de regenerar el Cabanyal sea una forma para que la gente tenga garantizado su derecho a la vivienda en València", insistió.

No es el único plan de ayudas que hay en marcha. El primer plan, dotado con seis millones de euros, sigue vigente y, según señalaron, su ejecución está todavía al 15% con vistas a que se aceleren los trámites y las certificaciones en las próximas semanas. "El Cabanyal ha vivido una época muy complicada con una política de destrucción que ahora ha cambiado y se ha transformado con la entrada de un nuevo gobierno en el ayuntamiento", destacó Dalmau.

Bloques portuarios, una solución integral

Por otro lado, tanto el alcalde como el conseller mostraron su compromiso por encontrar soluciones habitacionales a las familias que viven en los bloques Portuarios, muchos de los cuales se encuentran en situación de exclusión social. El último episodio ha sido el corte de suministro a algunos vecinos que estaban enganchados a la luz de manera irregular. "Enchufarse a la luz de esta manera, además de provocar riesgos personales a quien la enchufa, provoca riesgos elevados y eso es lo que nosotros queremos evitar. Hemos tenido casos de electrocuciones en alguna pedanía o incluso incendios provocados por este tema", remarcó Ribó. 

Con el fin de estudiar cada caso, se ha puesto en marcha una unidad de emergencia con la intención de centrar el problema. "Tanto el Ayuntamiento de València como la Generalitat, tenemos claro que no puede haber ningún desahucio sin que haya una garantía habitacional", afirmó Dalmau. Y es que el futuro de estos edificios, en un estado de deterioro y muchos de ellos okupados, está todavía pendiente y dividió al consistorio valenciano sobre sí derribarlos o rehabilitarlos. 

Finalmente, se acordó construir inmuebles nuevos en varias etapas. Por un lado, se construirá una finca en un suelo cercano para el realojamiento definitivo de los actuales propietarios privados y residentes legales y, más tarde, se procederá al derribo de los actuales Bloques que serán sustituidos por dos nuevos edificios de cuatro alturas que serán propiedad exclusivamente pública.