Pasó de tener 102 firmas a casi 670.000 en favor de una atención más humana de la banca 

Carlos San Juan cumple su objetivo en contra de la exclusión financiera al notar cambios en la banca

26/03/2022 - 

VALÈNCIA (EFE/Inmaculada Martínez). Pasó de tener 102 firmas a casi 670.000 tres meses después en favor de una atención más humana de la banca a las personas mayores. Carlos San Juan, promotor de la campaña "Soy mayor, no idiota", asegura a EFE que se ha notado el cambio en el trato e incluso empleados de una sucursal le han agradecido su labor, que ha desembocado en un incremento de personal.

San Juan ha recibido numerosas llamadas telefónicas desde que impulsó la iniciativa, de responsables de altas instituciones pero también de gente anónima, y muchas han sido de agradecimiento, entre ellas un joven en paro al que habían dado empleo en una entidad bancaria para atender a los mayores.

El protocolo firmado el 21 de febrero por la banca recoge la disposición de las entidades a ampliar los servicios de caja con atención personalizada para mayores desde las 9 hasta las 14 horas, con prioridad, junto con las personas con discapacidad, en caso de alta afluencia de público; facilitar una atención telefónica preferente, sin coste adicional y a través de un interlocutor personal.

Garantiza la accesibilidad al nivel técnico y la sencillez de los cajeros automáticos, aplicaciones móviles y páginas web, y prevé reforzar la educación financiera y digital a través de talleres.

Un protocolo que San Juan, médico jubilado de 78 años, se ha leído "a fondo" y del que destaca que recoge las principales reivindicaciones: horario completo sin cita previa, atención en cajeros y simplificación de los cajeros.

No obstante, ve ciertos puntos débiles, el hecho de que sea de cumplimiento voluntario y la autoevaluación.

San Juan destaca el compromiso de la vicepresidenta y ministra Nadia Calviño en la aprobación de la Ley de Servicios de Atención al Cliente, que incluirá exigencias específicas para el sector, mejorando los canales y la atención personalizada, y que supone "dar una seguridad" a lo que él considera un servicio público.

Pese a su optimismo sobre estos logros, puntualiza que todavía quedan pendientes de resolver cuestiones como la atención de la banca al mundo rural o la atención digital de la Administración, sobre todo la sanidad pública, en lo referido a las personas vulnerables.

Y también ha valorado el paso adelante dado por el Ayuntamiento de València para exigir tres condiciones concretas a las entidades bancarias que operen con este consistorio para que garanticen una atención "personalizada y respetuosa" con las personas mayores.

San Juan ha manifestado su intención de "ir volviendo al anonimato" cuando se verifique que la Ley está vigente, una vez se hayan cumplido los objetivos por los que se ha dado a conocer en toda España.

"No me considero activista ni mediático pero siempre he sido muy reivindicativo, muy cabezón, me he enfrentado a quien fuera ante una situación injusta, siempre con respeto", señala a EFE.

En este caso actuó de la misma manera, llamó al teléfono de atención al cliente para quejarse por un trato que no le pareció justo y la respuesta no le satisfizo, pero "no iba a recurrir a la violencia ni convocar una manifestación", recuerda, y emprendió una recogida de firmas.

Admite que ha tenido todo el apoyo de su esposa en este proceso, aunque con temores por su salud desde el ámbito familiar. Ha vivido días de actividad frenética por la campaña desarrollada a través de la plataforma change.org que lo han llevado a viajar a Madrid en cuatro ocasiones, algunas solo, teniendo en cuenta su edad y las limitaciones que ello conlleva, y a atender a multitud de medios de comunicación.

"Dentro de cuatro días mi memoria puede fallar", admite el jubilado, para a continuación añadir que pensaba que los límites de su resistencia eran inferiores y se ha asombrado de su propio funcionamiento, que ha sido "a base de ilusión y por una buena causa".

Afirma sentirse "muy orgulloso" de una petición que ha sido "constante, pacífica y humana" y que ha sido respaldada por lo que llama "un equipo" del que forman parte las casi 670.000 personas que la han firmado -solo un 10 % personas mayores- y, según añade, los medios de comunicación, a los que transmite su agradecimiento por divulgar la campaña y por el trato que le han dispensado.

Ahora echa la vista atrás y ve que su campaña ha servido de acicate para los políticos, y a la vez asegura que nunca imaginó el recorrido que ha tenido su petición porque habría estado satisfecho consigo mismo cuando consiguió el centenar de firmas, porque había empleado "todos los medios" a su alcance.

Le gustaría que se aproveche el momento actual en que se habla de los mayores para que surgiera alguna entidad con criterio unificado, apolítica y sin contaminaciones que luche por causas justas para las personas más desatendidas. 

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