VALÈNCIA. El aspirante a liderar el PP nacional Pablo Casado presentó este viernes su tarjeta de visita en València con un acto en el Ateneo Mercantil ante unas 200 personas. El dirigente popular, quien calificó la Comunitat como su "segunda tierra", tejió un discurso basado en tres ejes -ilusión, renovación y unidad- que confluían en un concepto de candidatura de bases. En esta línea, reivindicó a los cargos orgánicos que promovieran la "libertad de voto" y aseguró haber pedido únicamente a la líder del PPCV, Isabel Bonig, y a los presidentes provinciales que animaran a la participación en el proceso.
Previamente, en las intervención ante los medios de comunicación, fue preguntado precisamente por si tendría el apoyo de la presidenta de los populares valencianos, quien viene insistiendo en su neutralidad en el proceso aunque diversas voces la sitúan más cercana a Soraya Sáenz de Santamaría. "Tengo amistad con ella y siento admiración por su trabajo aquí. Solo hay que consultar las hemerotecas para ver que he dado la cara y la he apoyado en los peores momentos", comentó Casado.
Por otro lado, el aspirante insistió en remarcar que, a su juicio, la candidatura que encabeza es la única que garantiza la "unidad" del partido, un mensaje sutil a la rivalidad existente entre las otras dos aspirantes favoritas, María Dolores de Cospedal y Sáenz de Santamaría. Sobre esto, Casado dejó claro que su proyecto irá "hasta el final" en el proceso sin integrarse en otro equipo. "No hemos venido a complementar a nadie", señaló, para asegurar que su candidatura es la que "más preocupa a los adversarios".
En la cita, que contó con la diputada nacional Belén Hoyo como principal organizadora y la presencia de la presidenta del Ateneo Mercantil, Carmen de Rosa, se dejaron ver distintos referentes del partido como el alcalde de Alfafar y diputado provincial, Juan Ramón Adsuara, el parlamentario autonómico y presidente de la gestora de València ciudad y parlamentario autonómico, Luis Santamaría, así como otros miembros de este órgano como Quique Martínez y Enrique Pardo, además de diputados provinciales como Modesto Martínez y Enrique Ortí.
También acudieron a escuchar a Casado los diputados nacionales Juanvi Pérez y Óscar Clavell -exalcalde de la Vall d'Uixó, el senador Pedro Agramunt, y diversos portavoces locales de municipios como Meliana, Almàssera, Albal o Paterna entre otros, además de varios presidentes de distrito de la capital, un nutrido grupo de integrantes de Nuevas Generaciones y algunos presidentes comarcales como Toni Carceller, responsable de l'Horta Nord y también conocido por ser concursante en la última edición de MasterChef.
En cuanto a su intervención, Casado puso el acento tanto en su visita a València como en la que realizó horas antes en Alicante, en su cariño hacia la Comunitat fruto de su matrimonio con una ilicitana y sus constantes visitas veraniegas. "Los valencianos son gente emprendedora, honesta y echada hacia delante y esta es una de las autonomías más industriales, culturales y artísticas", destacó, para comprometerse a que si logra ser presidente del PP a los valencianos "no les faltará de nada".
"Como castellano es un carácter que siempre he envidiado: el mediterráneo, europeísta, el mirar siempre más allá, caer y levantarse; la ambición de los valencianos para mí es fundamental", comentó, para subrayar además la necesidad de poner en valor todo lo que se había hecho durante los gobiernos del PP en la Comunitat.
Casado reivindica su legado estos casi cuatro años y expresa su lealtad en esta nueva etapa a Feijóo, al que desea "mucho acierto"