"Para alcanzar este reto, hay que trabajar juntos en un cambio sistémico dentro de la cadena de valor", ha explicado la experta en la segunda edición del Seminario Internacional de Reciclado Plástico (PLASREC).
Durante este encuentro organizado por Aimplas Instituto Tecnológico del Plástico, profesionales de las entidades referentes del sector a nivel internacional han analizado las claves de la industria en un momento de máxima actualidad, después de que la asociación europea de productores de plásticos Plastics Europe (también presente en el seminario) haya presentado su hoja de ruta para la circularidad y la descarbonización de la industria en 2050.
"No es suficiente con hacer que los envases sean reciclables, hay que recogerlos y clasificarlos", ha explicado Baillargeon en un seminario que también ha venido marcado por la regulación. "Desde 2018 se han producido muchos cambios regulatorios a nivel europeo. Ahora tenemos las soluciones, pero debemos pasar a la acción", ha afirmado la experta.
Precisamente a este 'tsunami regulatorio' se ha referido también la directora de Asuntos Públicos y Sostenibilidad de Plastics Europe, Irene Mora, que se ha referido a la economía circular como clave para acabar con la contaminación de los plásticos.
Mora ha destacado la diversificación de la producción de este material. La incidencia europea en la producción de plásticos respecto al resto de territorios ha pasado de un 18% en el año 2002 a un 14% en la actualidad.
"La industria del plástico se está adaptando para alcanzar las ambiciones climáticas, pero hay que acelerar el cambio", ha explicado la representante de Plastics Europe, que también ha puesto en valor esa hoja de ruta presentada por esta propia entidad para lograr la descarbonización de la industria en 2050. "Hemos lanzado este documento porque, como industria, somos conscientes del reto y queremos ser parte de la solución. Es un Road Map ambicioso, por primera vez hemos alcanzado una visión común con unos KPIs muy concretos", ha declarado la experta.
Durante la jornada también se han exhibido aplicaciones fabricadas a partir de plástico reciclado. Por ejemplo, proyectos de reciclado químico que han permitido valorizar residuos complejos de industrias como la aeronáutica o la de la energía eólica en forma de productos de valor añadido como componentes para la industria azulejera, la propia aeronáutica o la industria automotriz. De la misma forma que una serie de proyectos de reciclado mecánico que han hecho posible la fabricación de elementos tan variados como mobiliario urbano o pesas para fitness a partir de redes de pesca fuera de uso y otras basuras marinas.