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comisión de investigación sobre las acciones mediáticas del president

Compromís amaga con un plante en Les Corts contra Puig en respuesta al conflicto de la EMT

18/10/2019 - 

VALÈNCIA. Los grupos parlamentarios que integran el Botànic II rechazaron este jueves crear una comisión de investigación parlamentaria sobre la quita de 1,3 millones de euros del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) a un grupo mediático en el que Ximo Puig tiene acciones. En concreto, la intención era dirimir si existe conflicto de intereses en que el jefe del Consell tenga participaciones en un medio privado que obtiene ingresos de publicidad institucional y del que el president de la Generalitat cobra dividendos. 

La votación de esta iniciativa presentada por Ciudadanos se resolvió a favor de Puig con 49 votos en contra por parte de PSPV, Compromís y Unides Podem, frente a los 45 que sumaron PP, Cs y Vox. Un debate bronco -fue la primera vez de la legislatura en la que los diputados de los diferentes grupos se profirieron insultos- que no sólo puso de manifiesto la justa mayoría con la que cuenta el Botànic II en este mandato, sino que también sirvió a los valencianistas para asustar y enviar un recado a los socialistas después de que éstos rompieran la unidad de voto en el Ayuntamiento de València a raíz de la comisión de investigación por el conflicto de la EMT. 

El grupo que lidera Fran Ferri en Les Corts Valencianes decidió salir del hemiciclo de forma escalonada cuando comenzó a debatirse este punto del pleno y seguir las intervenciones por streaming desde el despacho del grupo contiguo al hemiciclo. Un gesto con el que dejaron a los socialistas solos con Unides Podem (que apenas cuenta con seis diputados sentados en la bancada del bloque de izquierdas) hasta el momento de la votación con la intención de tensionar a su socio mayoritario en el Gobierno valenciano, así como exhibir la incomodidad que imperaba entre los parlamentarios de Compromís por tener que oponerse a esta comisión de investigación si "todo es correcto y no hay conflicto de intereses", como vienen justificando desde el PSPV. 

Escaños vacíos de diputados de Compromís. Foto: VP

Ahora bien, la actitud de los parlamentarios de la UTE electoral integrada por Bloc, Iniciativa y VerdsEquo para castigar a los socialistas no quedó simplemente en el desplante de dejarlos en minoría durante el transcurso del debate. También se extendió a la intervención de la diputada de Compromís Mónica Àlvaro, que se vio obligada a quedarse en el hemiciclo por ser quien debía defender la postura de su grupo en esta cuestión. 

La parlamentaria explicó que en su formación consideran que las comisiones son necesarias para "dar todas las explicaciones ante cualquier sospecha", pero que no apoyarían esta porque no contaban con datos suficientes que hicieran pensar que algo se había "hecho mal". Por lo que añadió que su grupo no se sumaría a votar con la derecha como sí hicieron los socialistas este miércoles en el Cap i Casal: "No haremos como el PSPV en el Ayuntamiento de València, no todo vale en campaña". Tras la advertencia, Àlvaro subrayó que aunque su grupo no considerara aprobar esta comisión de investigación sobre la quita al IVF en estos momentos, no tendrían problema en estudiarlo más adelante si surgieran nuevas informaciones que pusieran en duda la existencia de un conflicto de intereses.  

Un discurso totalmente alejado del que realizó el diputado de Unides Podem Ferran Martínez, que defendió a capa y espada al jefe del Consell y en ningún momento mostró dudas sobre las posibles incompatibilidades o conflictos de intereses. El exsenador manifestó que el director del IVF ya había explicado meses atrás toda la operación -desde la validación del decreto, hasta la condonación de la deuda a Grupo Zeta- y, por tanto, los morados se opondrían a investigar al president. 

Manolo Mata. Foto: KIKE TABERNER

Un razonamiento similar al que previamente había realizado el portavoz socialista, Manolo Mata, que justificó el voto de su formación en "la honradez de Puig" y en las conclusiones de la Abogacía de la Generalitat que zanjaban que no habría "conflicto de intereses". 

Mientras tanto, la derecha trató de beneficiarse de la manifiesta tirantez entre los socios del Gobierno valenciano. En la recta final del debate, PP, Ciudadanos y Vox pactaban desde la bancada tratar de acelerar la votación para pillar desprevenido a los grupos del Botànic II. ¿La manera? Que el PP -el último en intervenir- renunciara a su turno de explicación de voto para obligar así al presidente de la cámara a iniciar la votación de manera inmediata de manera que a los valencianistas no les diera tiempo a entrar en el hemiciclo. 

No obstante, el diputado Rubén Ibáñez (PP) no especificó antes de iniciar su intervención que renunciaba a fijar la posición de su grupo y directamente pidió votar la iniciativa. El malentendido permitió a Enric Morera ganar tiempo explicándole al parlamentario que no había formalizado la renuncia, por lo que el popular tuvo finalmente que intervenir y fijar la posición de su grupo. A la intervención de Morera, se sumaron los aspavientos que realizó el síndic socialista al percatarse de la jugada; gestos llamativos para atraer la atención de los diputados de Compromís a través de la emisión en directo, que favorecieron que los valencianistas se dieran cuenta de lo que estaba sucediendo, abandonaran su sala de aislamiento y se apresuraran a entrar en el hemiciclo. 

Mientras todo esto ocurría, Puig acudía a un acto que celebraba Mediterráneo, el periódico del que es accionista y le ha generado este lío mediático. 

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