Cuando Vicent es más nombre de estratega que de santo en la política provincial

VALÈNCIA. La festividad de San Vicente, o su traslación al valenciano Vicent, Mártir se conmemora cada 22 de enero en la ciudad de Valencia. Esta celebración evoca el martirio de un diácono del mismo nombre nacido en Huesca y torturado en la ciudad del Miguelete de diferentes y crueles maneras para quebrar su voluntad y que adjurara de la fe cristiana, algo que, según la tradición, no sucedió.

La denominación también recuerda al de otro gran santo autóctono, Vicente Ferrer, que, poco más de un milenio después, heredó el nombre y aumentó su predicamento entre el pueblo y en el conjunto de España. Su legado lo representan, en forma de ´miracles´, los altares vicentinos en su festividad que sigue a Pascua. Además de por su santidad, fue célebre por la convicción argumental de sus discursos.

Quizás la política, en su vertiente positiva, constituya una suerte de mezcolanza entre la abnegación y la capacidad oratoria, entre dos de los rasgos que hicieron pasar a la posteridad a ambos santos vicentinos de València.

Y puede que por ese motivo, o por las casualidades del destino y del tiempo para quien crea en ellas, algunos de los más destacados estrategas actuales de la cosa pública provincial lucen ese nombre, sobre todo en su versión de lengua vernácula y propia de la autonomía.

El Shangri-la de Mompó

El listado comenzaría por Vicent Mompó, el presidente provincial del PP, máximo responsable de la Diputación de Valencia y alcalde de Gavarda, un municipio casi desconocido en la capital autonómica y que sorprende gratamente al visitarlo. Puede que suponga una especie de Shangri-la para su primer edil, que aunque se multiplique en actos en la provincia siempre retorna a descansar a su paraíso terrenal.

Mompó aplica a la política las tácticas y nomenclatura del fútbol como avezado practicante de este deporte que es. Suma a su perfil de alcalde de municipio pequeño (Gavarda apenas supera el millar de habitantes) del interior de la Ribera Alta una visión poco usual del conjunto de la provincia. No suelen coincidir ambas perspectivas en la misma persona, ni tampoco resulta habitual que un político cambie -sin mediar un congreso- tres años y medio antes de las próximas elecciones a la mitad de su comité ejecutivo para planificarlas con tiempo.

El presidente de la Diputación se apoya en su estrategia en su homónimo, de apellidos Huet Ballester. Emerge como el segundo Vicent al mando del equipo popular en la demarcación provincial. Siempre entre bambalinas, avispado, y huidizo a días, el exalcalde de Barxeta, municipio de alrededor de 1.600 vecinos, tiene en su inquieta mente un mapa completo de la provincia, pueblo a pueblo y agrupación local a agrupación local del PP. Pocos detalles se escapan al jefe de gabinete de Mompó de la política de cualquiera de sus 266 municipios.

Y, para rizar el ondulado rizo vicentino, su némesis política también se llama Vicent, igualmente escrito y pronunciado en valenciano. Además, se cruza con él casi a diario en la Diputación. Porque allí trabaja, como diputado por el partido judicial de Gandia, el concejal gandiense Vicent Mascarell. Responsable de la última campaña electoral socialista en la provincia, sabe nadar con soltura entre las múltiples aguas familiares de su partido.

Aunque proviene de una agrupación tradicionalmente vinculada a Ximo Puig, ejerce de secretario de organización de la ejecutiva provincial que secretaría el alcalde de Mislata, Carlos Fernández Bielsa. ‘Fontanero’ de partido y metódico, conoce cada rincón provincial, por muy escarpado que resulte, y no pierde detalle de lo que sucede en cada municipio. Incluso, al igual que su antagonista popular Huet, en bastantes ocasiones influye en la sombra para que ocurra lo que luego acaece en la vida política de algunos de esos términos municipales. Léase pactos o mociones de censura.

Silla y Beniparrell

En su misma bancada se ubica otro Vicent, alcalde como Mompó. En este último caso, su apellido es Zaragozá y dirige Silla. No obstante, en este repaso aparece por su tercera faceta, la más orgánica, la de secretario general del PSPV en l´Horta Sud, el gran bastión socialista en la Comunidad Valenciana. 

Se trata de la comarca más populosa -de ahí que se la conozca en el argot político como la cuarta provincia- y donde su formación gobierna la institución más destacada que cuenta en su haber en toda el ámbito autonómico, la Mancomunitat de l´Horta Sud.

Empezó gobernando por los pelos, y tras un complejo pacto a cuatro bandas al no ganar las elecciones de 2015, y ha logrado dos meritorias mayorías absolutas en 2019 y 2023. De carácter sociable, Vicent Zaragozá ha sabido pacificar una comarca en el que el PSPV ha vivido tiempos convulsos con dos candidatos optando a la secretaría general en la etapa anterior y dos aspirantes de idéntico partido enfrentados en el mismo pleno de investidura de la Mancomunitat de l´Horta Sud en 2019. Un hecho totalmente desacostumbrado y chirriante que quedará para los anales de la política provincial.

El objetivo de Zaragozá en 2027 se centrará en que el PSPV acumule el máximo número de alcaldías de su comarca. Se topará a modo de contendiente, para conseguirlo, con otro Vicent -ya vamos por el quinto con peso político en la provincia-, de apellidos Hernandis Costa y nombrado hace poco más de una semana coordinador del PP en l´Horta Sud.

Este abogado de profesión y también compañero en la Diputación de Valencia -en su caso, con el rango de coordinador de asesores del grupo popular- de los cuatro antes citados, fue alcalde de Beniparrell durante ocho años. Ha dado el salto de la política local a la comarcal -compaginando ambas- en un enclave tan fundamental para decantar la balanza de la corporación provincial como l´Horta Sud, el espacio más poblado de la provincia.

Extensión de felicitaciones

Felicitaciones a los citados Vicent y a todos los así denominados, como el alcalde de El Puig por Compromís, Vicent Porta; los de Guadassuar, Macastre y Sollana por el PP (Vicent Estruch, Vicente Montó y Vicent Codoñer, respectivamente) y el de La Pobla del Duc por el PSPV (Vicent Gomar) por su onomástica.

Quizás la celebren también o solo por San Vicent Ferrer. Y puede que hayan heredado la capacidad de sacrificio del diácono martirizado por el prefecto Publio Daciano o de argumentación del dominico valenciano impulsor del histórico Compromiso de Casp. El tiempo dictaminará.