Además, como apunta el experto, no habrá que perder de vista la evolución del coronavirus, que desde que fuera declarado emergencia mundial ha golpeado con fuerza sobre los mercados chinos
MADRID. Los mercados chinos caen un 9% desde que el virus fuera declarado una emergencia mundial. Las autoridades del país ya han anunciado una serie de medidas para apoyar a los mercados, incluyendo una inyección neta de liquidez de 150.000 millones de yuanes. El miedo por el impacto del coronavirus en las cadena de suministro en todo el mundo ha afectado al precio de los productos básicos y a las divisas de los mercados emergentes. Los activos refugio como el yen y el franco suizo se han recuperado, y el euro y la libra esterlina se han mantenido bien frente al dólar estadounidense gracias, en parte, al alentador mensaje transmitido por la Reserva Federal en su reunión de enero.
Esta semana, cómo no, prestaremos especial atención a la evolución de la epidemia. Las posiciones cortas en activos de riesgo están estrechandose, por lo que cualquier noticia relativa a la estabilización de la tasa de contagio -especialmente fuera de China- podría suponer un repunte significativo. El impacto en los datos económicos no se verá hasta dentro de un tiempo. Otras noticias que marcarán el mercado llegarán de EE UU: el partido demócrata celebra en Iowa unas primarias muy disputadas con Sanders liderando las encuestas. El informe de nóminas de Estados Unidos, que se publicará el próximo viernes debería mostrar una continuidad en el crecimiento de empleo y de ganancias -modestas pero constantes- de los salarios reales.
Como ya predijimos, el Banco de Inglaterra no cumplió con las expectativas de un recorte, y la libra esterlina se posicionó al alza a pesar de la huida general del riesgo. La decisión de mantenerla tuvo una clara mayoría de 7,2. La libra sufrió en los mercados asiáticos después de que Boris Johnson sugiriera que está listo para abandonar las negociaciones sin un acuerdo, pero no creemos que esto sea cierto y pensamos que cualquier venta en la libra será temporal.
Los datos económicos de la Eurozona de la semana pasada no fueron los esperados. El crecimiento del PIB en el último trimestre de 2019 sorprendió a la baja, dejando una tasa del 0,4% anual, debido a que, y a pesar de las expectativas de un pequeño crecimiento, la economía de Francia se contrajo ligeramente. La inflación cayó al 1,1%, y el objetivo del 2% del BCE parece tan lejano como siempre. A pesar de estos datos, el desarrollo de operaciones de carry trade tras el miedo al coronavirus ayudó a la moneda común a subir modestamente durante los últimos días. Esta semana prestaremos atención a las declaraciones de los portavoces del BCE, especialmente de la presidenta Lagarde.
Como contrapartida a los datos europeos, la Reserva Federal estadounidense transmitió un mensaje cauteloso al otro lado del Atlántico. Se mostró optimista en cuanto a las perspectivas de crecimiento del país y con cierta frustración por la inflación, que sigue por debajo del objetivo del banco central. El miedo al coronavirus parece haber tenido un efecto mixto sobre el dólar estadounidense, haciéndolo subir frente a los productos básicos y las divisas de los mercados emergentes, mientras que la mayoría de las monedas europeas se mantienen. Creemos que las primarias demócratas no tendrán gran efecto en el comercio del dólar. El informe de empleo del viernes debería tener más impacto. Como siempre, prestaremos especial atención a las cifras de aumento salarial anual para comprobar si el bajo desempleo logra canalizarse también en una subida de salarios, lo que alegraría a la Reserva Federal.
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury