VALÈNCIA. El barrio marítimo del Cabanyal ya lo puede decir alto y claro: se ve la luz al final del túnel. Las obras de reurbanización llevadas a cabo en sus calles, buena parte de las cuales se han desarrollado en la llamada 'zona cero', ya han finalizado. El Ayuntamiento de València ya ha dispuesto el gasto para hacer frente a las últimas facturas de dos obras, las de la calle San Pedro y las de la plaza del Rosario. Con ellas, el consistorio considera que ha consumado las grandes obras previstas para esta zona, cuya regeneración y rehabilitación fue una de las prioridades marcadas en 2015, cuando Compromís y PSPV alcanzaron el gobierno municipal.
La concejalía de Desarrollo Urbano, dirigida por la vicealcaldesa y edil Sandra Gómez, ha suscrito a principios de abril sendas resoluciones para aprobar el gasto de las dos mencionadas actuaciones. Las obras de la plaza del Rosario consistieron en la sustitución de la fuente central y la adecuación del pavimento del perímetro de la plaza para el uso peatonal, así como la instalación de mobiliario urbano y la recuperación de las palmeras en la plaza. En este caso, el presupuesto total alcanzó casi los 150.000 euros.
La otra obra realizada que se acaba de recepcionar es la de la calle San Pedro, un proyecto de reurbanización que incluye también la calle Lavadero y cuyo coste ha sumado un total de 450.000 euros. Tanto esta como la anterior actuación se han podido realizar gracias al los fondos destinados al Área de Regeneración y Renovación Urbana (ARRU) del Cabanyal-Canyamelar, un programa enmarcado en el Plan Estatal de Vivienda cofinanciado por el Ministerio de Fomento, la Generalitat Valenciana y el consistorio.
Lo cierto es que estas son las últimas obras que han concluido, pero se suman a otras varias que se han realizado estos últimos años dentro de esta rehabilitación urbana del Cabanyal. También enmarcado en el programa ARRU se realizaron las obras en el Jardín Lorenzo de la Flor que ascendieron a 310.000 euros, y quedan todavía pendientes dos flecos en el barrio tanto en la calle Lluis Despuig y la Plaza Calabuig, obras menores a ojos del consistorio.
Otro de los planes que se han aplicado en el barrio es el Plan Confianza impulsado desde la Generalitat Valenciana. Aquí se enmarcan, por ejemplo, las obras de las calles paralelas al mar, que ascendieron a un montante de 1,7 millones de euros. Concretamente, se tratan de algunos tramos de las calles Escalante, José Benlliure, Progreso y Padre Luis Navarro, en pleno centro de la 'zona cero' del barrio, el área más afectada por la degradación debido a años y años de ostracismo del gobierno municipal anterior, cuya intención era ampliar la Avenida Blasco Ibáñez pasando por encima de estos terrenos.
También en la 'zona cero' y a cargo del Plan Confianza se han invertido más de medio millón de euros en las obras de las travesías perpendiculares al mar, como Amparo Guillem, Pescadores, Cura Planelles o Carlos Ros. Y junto a ellas, cerca de 6,7 millones de euros invertidos en la renovación de las infraestructuras viarias y en las mejoras medioambientales y de accesibilidad en los ámbitos de actuación de la calle Barraca y Mediterráneo. Todo ello muestra, según Gómez, el compromiso del equipo de gobierno con la rehabilitación de barrio, especialmente en estos puntos de mayor degradación. "Proyectos como esta reurbanización dotan al barrio de una mayor calidad urbana y de vida", explica la edil de Desarrollo Urbano a este respecto.
Esto, sin embargo, no implica que no queden cosas por hacer en el barrio. Vecinos y asociaciones no han parado de reclamar actuaciones más contundentes en el ámbito de los servicios sociales y de la seguridad para mejorar la difícil convivencia del barrio, que es, ahora mismo, el principal foco de quejas. Además, otro de los campos en los que queda camino por recorrer es la recuperación y rehabilitación del parque de vivienda del Cabanyal, parte del cual pertenece a las administraciones.
Por otro lado, se está trabajando desde hace más de tres años en el Plan Especial del Cabanyal-Canyamelar (PECC) en el área de Urbanismo. Un nuevo planeamiento urbanístico cuyos flecos ya se están ultimando en negociaciones con diversos agentes del barrio y que pretende llevarse a aprobación para su segunda exposición al público en los próximos meses. Tarea que se complementa con otras similares en otros barrios de la ciudad. Sin ir más lejos, en Nazaret ya se está revisando el Plan General y las conclusiones del proceso participativo se aprobaron la pasada semana.