VALÈNCIA. “El miércoles veremos la luz”. Así lo esperan en Parque Central donde los impedimentos para poder finalizar la obra se suceden como si fueran las pruebas de Hércules. Al ya conocido problema del concesionario de Juan Giner y la ocupación de un terreno que forma parte del Parque, ahora se ha unido una contrariedad logística que retrasará la apertura como mínimo hasta los aledaños del verano.
La constructora ha presentado una solicitud de ampliación de plazo ante la imposibilidad de cumplir con el planning. En este calendario se señala que la mayor parte de las actuaciones se acaban en el mes de marzo. Pero al menos existen dos problemas logísticos que harán que el fin de obras se postergue tiempo y que el deseo del alcalde, Joan Ribó, de inaugurar en marzo esté un poco más lejos.
Curiosamente, el conflicto más importante está ya descontado. Se trata del desahucio de la parte de terreno que ocupa el concesionario, en torno a 5.000 metros cuadrados, que es motivo de litigio entre la empresa de venta de vehículos y la sociedad Parque Central. El concesionario recurrió el PAI que les obligaba a dejar el terreno, juicio que perdió, y ahora tiene recurrida la parcelación, extremo sobre el que la Justicia todavía no se ha pronunciado que sepan en Parque Central.
Desde el concesionario no ofrecieron este lunes su versión de si seguirán o no ocupando el suelo en disputa, pero desde el Ayuntamiento de València, el concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, sí que advirtió que el consistorio “tiene el desahucio aprobado y la fecha límite que se les había dado acaba mañana [por hoy martes]”.
Ante la evidente inacción de los propietarios del concesionario, que mantienen los vehículos en el emplazamiento, en el Ayuntamiento se han hecho a la idea también de que deberán pasar por el juzgado para activar el plan B. Así pues, Sarrià avanzó a Valencia Plaza que en cuanto corresponda pensaban “solicitar al juez fecha para el lanzamiento” y desalojar el espacio para que pase a ser de dominio público.
La obstinación de los propietarios del concesionario impedirá abrir el acceso de la calle Dr. Domagk al parque, impedirá ejecutar un canal y una fuente y bloquea uno de los espacios de juego dentro del Jardín de los Niños. Una vez se haya procedido al desahucio, siempre y cuando el juez lo autorice, Parque Central tendrá que realizar catas y estudios del terreno que, como suelo industrial que es, puede estar muy contaminado. Estos trabajos se extenderán meses, sino años. Por todo ello se decidió, como mal menor, organizar la apertura del parque teniendo en cuenta que no se dispondrá de este terreno.
Un segundo problema con el que se enfrenta Parque Central son las instalaciones eléctricas que hay en el perímetro del parque, en Peris y Valero, que, por temas de seguridad, requiere de unas autorizaciones específicas solicitadas por Iberdrola para su ejecución. Estas autorizaciones se retrasan si bien no deberían suponer un impedimento para la apertura.
Lo que sí que impedirá abrir en marzo, salvo que se encuentre una solución rápida, es el problema en el suministro de dos materiales: Uno es el derivado del ritmo de entrega de las piezas de piedra natural calatorao. Y, otro, “el de mayor importancia” como reconocen desde la sociedad Parque Central, es el granito de revestimiento de las fuentes y canales. Hasta el momento no se ha podido dar el visto bueno a las distintas muestras de material que se han aportado porque no cumplen las prestaciones técnicas, de calidad y homogeneidad del color que requiere el proyecto.
De ahí que en la constructora hayan querido ponerse la venda en la herida. La solicitud y motivaciones presentada por la constructora han sido estudiadas por la dirección facultativa y la dirección de contrato (la Sociedad) y la Comisión Ejecutiva se pronunciará al respecto este miércoles, insistieron desde Parque Central. En este sentido, Sarrià se mostró optimista y dijo estar convencido de que no será necesario esperar a verano para ver el parque abierto. “La UTE ha pedido hasta el mes de junio, pero no tiene por qué ser que acaben el trabajo esa fecha. Yo creo que puede ser incluso menos”, afirmó.
Con todo, desde la Sociedad Parque Central se recordó que “lo importante” para ellos “no son los plazos” sino “hacer la obra con las exigencias y calidad que recoge el proyecto”. Así, las fuentes consultadas señalaron que todas las partes (UTE, Dirección Facultativa y la Sociedad como dirección del contrato) están “muy comprometidos” en encontrar una solución rápida y eficaz a este asunto derivado de un problema con el proveedor del material.
Igualmente recordaron que la fecha de fin de obras no la determinará sólo la solución al suministro de granito y su instalación. Así, apuntaron que para la apertura del parque o su puesta en servicio será necesario la revisión por parte de los servicios municipales de toda la construcción, para poder dictaminar la recepción de las obras por parte del Ayuntamiento. E, insistieron, esta apertura será siempre incompleta porque estará pendiente la resolución del litigio con el concesionario.
En cualquier caso, tal y como apuntó Sarrià y coincidieron en señalar desde Parque Central, el retraso en la conclusión de los trabajos acometidos por la UTE “no implica su encarecimiento”. Es decir, que el Parque Central costará lo mismo a los valencianos.