VALENCIA. La Generalitat valenciana ha cerrado el último fleco de su relación con el parque temático Terra Mítica, y lo ha hecho cobrando, a diferencia de lo que ha sido la tónica desde que el Gobierno de Eduardo Zaplana promovió el ruinoso complejo en Benidorm a finales de los años noventa.
El Grupo Santa-María, propietario del parque acuático Aqualandia, que adquirió la mayoría accionarial de Terra Mítica en 2012, ha llegado a un acuerdo con la empresa pública Sociedad de Proyectos Temáticos de la Comunitat Valenciana (SPTCV) para saldar la deuda con el pago de 11 millones de euros.
SPTCV había demandado a Terra Mítica, ya que el grupo presidido por Georges Santa-María había demorado el pago con el argumento de que necesitaba una modificación del planeamiento urbanístico para incorporar uso hotelero, algo que la Abogacía de la Generalitat rechazó. Como publicó Valencia Plaza, la demanda se interpuso en febrero de 2015 por 22 millones de euros, 19 de principal y 3 de intereses. Aqualandia pagó en los meses siguientes, en dos plazos, un total de 10 millones, pero siguió reclamando la modificación del planeamiento.
Según fuentes de la Generalitat, la empresa pública ha accedido ahora a reducir la carga de intereses de demora ajustándolos a los tipos de interés de mercado actuales, lo que ha facilitado antes del juicio un acuerdo que se ha cerrado en los citados 11 millones.
El director general de la SPTCV, Antonio Rodes, explicó este martes que, además de estos 11 millones ya cobrados, la Generalitat sacará a licitación terrenos en Benidorm que son propiedad de la Administración autonómica con los que espera obtener más de 10 millones adicionales.
Rodes hizo estas manifestaciones en la presentación, a cargo del president Ximo Puig, de una normativa "de transición" para las empresas públicas hasta que se apruebe la nueva Ley del Sector Público, con el fin de garantizar el "control exhaustivo" del personal y de los contratos en las empresas, fundaciones y otras entidades públicas.
Aqualandia se quedó el 70% del accionariado de Terra Mítica en junio de 2012 y posteriormente aumentó su posición de dominio hasta el 78%. La operación se valoró en unos 64 millones de euros, cantidad muy inferior al coste de su construcción, unos 420 millones, pagados mayoritariamente por la Generalitat, CAM y Bancaja.
Terra Mítica firmó préstamos por importe de 44,18 millones con la administración pública y, aunque durante el ejercicio 2012 se amortizó parcialmente dicho importe manteniendo un saldo vivo al cierre de 18,89 millones, se acordó que el resto se pagaría el 31 de diciembre de 2013. Sin embargo, Terra Mítica fue retrasando el pago hasta que finalmente la Generalitat decidió llegar a los tribunales.