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YA SE HA DENUNCIADO EL CONTRATO DE RESONANCIAS

El Hospital General ahorrará 3 millones al asumir el TAC y las resonancias que gestiona Eresa

13/01/2017 - 

VALENCIA. El Hospital General de Valencia está un poco más cerca de arrebatar el lucrativo contrato de resonancias magnéticas -vigente desde 1992- y TAC - en marcha desde 1989- a la empresa Exploraciones Radiológicas Especiales (Eresa) y con argumentos encima de la mesa. Y es que según fuentes conocedoras de las cifras presentadas a la Conselleria de Hacienda, la reversión de estos dos servicios ahorrará 3 millones de euros a las arcas del consorcio. 

Con la entrada del nuevo gobierno, tanto la Conselleria de Sanidad como la Asociación de Radiólogos de la Comunitat Valenciana, se propusieron revertir los contratos con esta empresa relativos a la imagen diagnóstica, que finalizan en 2018, aunque en muchos hospitales ya están empezando a asumirse por parte de los profesionales públicos.

La dirección del Consorcio que gestiona el centro hospitalario comunicó antes de terminar el año a la empresa controlada por la familia Saus la denuncia del contrato de resonancias magnéticas, que vence el 8 de enero de 2018, a los que, según aseguran, seguirá el de TAC, que vence en el mes de julio. En 2016, el Consorcio Hospital General tenía previsto pagar 4,99 millones de euros a Eresa por las resonancias, al que se suma el de medicina nuclear con un presupuesto de 3,47 millones, y el de TAC, presupuestado en 3,96 millones en 2016. En total, 12,42 millones de euros.

En este presupuesto no solo entran las pruebas que se realizan en el mismo hospital, sino también las que se dirigen al centro del compañía en Campanar, derivadas en gran medida desde los centros ambulatorios. Pero la nueva dirección del Hospital General tiene claro que todos los servicios relacionados con el paciente tienen que estar gestionados desde dentro del hospital y para que se les conceda en este área han tenido que especificar al departamento de Vicent Soler todas sus necesidades para asumir el servicio.

Estas reflejan tanto el personal radiólogo como de maquinaria que todavía no tienen claro si adquirirán nueva o comprarán a Eresa con el descuento de su correspondiente amortización. En el caso de los profesionales, según explican fuentes del departamento se habían amortizado muchas plazas ya que la intención nunca fue devolver el servicio a lo público. 

Cambios en el contrato que beneficiaban a Eresa

La Sindicatura de Comptes  también desvelaba en su informe anual que va a llevar al Tribunal de Cuentas los tres contratos de Eresa con el Hospital General al apreciar indicios de responsabilidad contable, como publicó Valencia PlazaLos tres contratos fueron renovados en 2009 por el entonces director gerente del Consorcio, Sergio Blasco, con unas condiciones que, según la Sindicatura de Comptes, perjudicaban al Hospital General y beneficiaban a la empresa prestataria del servicio. 

Entre los cambios más destacados, se pactaron nuevos precios por los servicios de TAC y complementarios y se anuló la compensación del 10% que percibía el Consorcio hospitalario por pacientes derivados por facultativos del Departamento de Salud 9. El Consorcio adujo, en sus alegaciones a la Sindicatura, que la anulación de los ingresos del 10% se debió a una reducción de los precios facturados, "si bien estos hechos no se encuentran acreditados en el expediente", según el organismo fiscalizador.

Tras estas modificaciones, la Sindicatura estima que los ingresos dejados de percibir por el Consorcio, sólo en 2015, como consecuencia de la anulación de la compensación del 10% fue de 417.014 euros por los servicios de TAC y complementarios y 443.843 euros por los de resonancias magnéticas.

Desde 1989, la empresa que controla Vicente Saus nunca ha tenido que disputarse estos lucrativos negocios en un concurso público. Ese año, el hospital perteneciente a la Diputación de Valencia ahora lo gestiona un consorcio formado por la Diputación y la Conselleria de Sanidad, firmó su primer contrato con Eresa. Un contrato por el que el hospital cedía un local a Eresa, que paga un alquiler. Allí colocó la empresa un TAC y empezó a prestar el servicio que luego fue ampliando.

El del Hospital General no será el primer caso de ahorro. "El primer año con resonancias públicas ahorramos un millón de euros", explicaba Isabel González, gerente del Hospital San Juan en Alicante, a Valencia Plaza .

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