VALÈNCIA (EP). Somos lo que comemos, y el tipo de alimentos que consumimos influye en nuestra salud y longevidad a lo largo de toda la vida. De hecho, existe una asociación directa entre las necesidades nutricionales en función de la edad y la salud metabólica.
Una nutrición óptima en función de la edad puede ayudar a mantener la salud metabólica, mejorando así la duración de la salud y la longevidad de un individuo.
Se sabe que diferentes intervenciones nutricionales que implican una ingesta variada de calorías y proteínas mejoran la salud y la esperanza de vida de roedores y primates. Además, estudios recientes también han informado de la asociación de los macronutrientes de la dieta (proteínas, carbohidratos, grasas) con la salud cardiometabólica y el envejecimiento en ratones. Sin embargo, se desconoce la cantidad de proteínas que es preciso consumir para mantener la salud metabólica.
En un nuevo estudio publicado en 'GeroScience', un equipo de investigadores dirigido por el profesor adjunto Yoshitaka Kondo, de la Universidad de Waseda (Japón), ha investigado la cantidad de proteína alimentaria necesaria para mejorar la salud metabólica en ratones que se acercan a la vejez.
El equipo reclutó ratones machos C57BL/6NCr jóvenes (6 meses) y de mediana edad (16 meses) a los que alimentaron con dietas isocalóricas con contenido variable de proteínas (5 a 45%) durante dos meses.
Al cabo de dos meses, se evaluó el efecto de las distintas dietas proteicas a partir de mediciones del peso del músculo esquelético, los perfiles lipídicos hepáticos y plasmáticos y el análisis de conglomerados de los perfiles de aminoácidos plasmáticos mediante mapas autoorganizativos (SOM).
Cuando se le pregunta por la motivación de su estudio, Kondo explica que el equilibrio óptimo de macronutrientes para obtener resultados de salud ideales puede variar en las distintas etapas de la vida.
Estudios anteriores muestran la posibilidad de minimizar la mortalidad específica por edad a lo largo de la vida modificando la proporción de proteínas e hidratos de carbono en la dieta durante la aproximación a la vejez en ratones. "Sin embargo, aún no está clara la cantidad de proteína que debe consumirse para mantener la salud metabólica al acercarse a la vejez", ha reiterado.
El equipo observó que el consumo de una dieta baja en proteínas conducía al desarrollo de hígado graso leve, con mayores niveles de lípidos hepáticos en ratones de mediana edad en comparación con ratones jóvenes.
En cambio, una dieta moderada en proteínas conducía a una reducción de las concentraciones de glucosa en sangre y de los niveles de lípidos tanto en el hígado como en el plasma. Estos resultados indican que una dieta moderada en proteínas (25% y 35%) mantenía metabólicamente más sanos tanto a los ratones jóvenes como a los de mediana edad.
Al examinar el efecto de las distintas dietas proteicas sobre las concentraciones plasmáticas de aminoácidos en ratones de ambos grupos de edad, los investigadores observaron que la concentración plasmática de aminoácidos individuales variaba con la edad y el contenido variable de proteínas de la dieta.
Esto se confirmó mediante el análisis SOM de los aminoácidos plasmáticos. Además, los perfiles de aminoácidos plasmáticos revelados mediante el análisis SOM mostraron la correlación entre las diferentes ingestas de proteínas y las cantidades variables de triglicéridos hepáticos y niveles de colesterol.
En cuanto a la repercusión de su estudio en la salud pública, Kondo señala que las necesidades de proteínas cambian a lo largo de la vida, siendo mayores en los ratones reproductores más jóvenes, reduciéndose en los de mediana edad y volviendo a aumentar en los de más edad a medida que disminuye la eficiencia proteica.
"Es probable que se observe el mismo patrón en los seres humanos. Por lo tanto, podría suponerse que aumentar la ingesta diaria de proteínas en las comidas podría promover la salud metabólica de las personas. Además, un equilibrio ideal de macronutrientes en la dieta en cada etapa de la vida también podría prolongar la duración de la salud", ha finalizado.
En conclusión, una dieta equilibrada con cantidades moderadas de proteínas podría ser la clave para una vida larga y sana.