CASTELLÓ. Ya van un año continuado de caída en la exportación de material cerámico. El sector azulejero sigue ahondando en la crisis de demanda que vive desde el ejercicio pasado y mes tras mes registra datos para olvidar. El último disponible, relativo al mes de julio, no solo sigue la misma tendencia sino que evidencia un empeoramiento de la situación, con la caída más acusada del volumen exportado desde que empezó el hundimiento, allá por agosto de 2022.
Así, según los datos provisionales dados a conocer por el Instituto de Comercio Exterior y que la patronal Ascer está analizando, el volumen (en función del peso, el parámetro que mide el Icex) de las ventas de cerámica en el extranjero cayeron nada más y nada menos que un 46,6% en el mes de julio respecto al mismo mes del año anterior. Concretamente, según el Icex, se exportaron más de 527.000 toneladas de azulejos y baldosas españolas.
Este desplome no hace sino confirmar el pesimismo con el que el tejido industrial del sector azulejero afrontaba la temporada estival, cuando preveía un agravamiento de la crisis de demanda que viene atenazando al sector en los últimos meses. En junio, la merma ya fue del 44%, y los meses anteriores, de más del 32%.
Y no sólo ha quedado patente en la cantidad de material exportado, sino también en su valor. Aquí también se ha registrado el peor dato de todos, con una caída del 41,7% respecto a julio del año pasado. En datos absolutos, la cerámica española vendió 310 millones de euros al extranjero; el año pasado, más de 531 millones. Una tendencia decreciente que agrava la situación de meses anteriores, cuando el hundimiento ya fue del 39%, el 25% o el 24% en junio, mayo y abril respectivamente.
Casi dos millones de toneladas menos
Así pues, entre enero y julio el panorama no fue nada halagüeño. En el acumulado de los primeros siete meses del año, el clúster cerámico cerró unas exportaciones de más de 3,7 millones de toneladas, lo que supone un 33,4% y dos millones de toneladas menos respecto al mismo período de 2022. En cuanto al valor de las mismas, la merma es del 23,6% habiendo pasado de unas ventas al exterior por valor de 2.946 millones de euros a 2.248 millones en lo que llevamos de año.
De los principales mercados de la industria azulejera española, donde más se ha notado este efecto desde inicios de año ha sido en el mercado francés, Israel, Gran Bretaña o Alemania, con caídas que van desde el 31% hasta el 20% aproximadamente en estos mercados. Destacan también Bélgica y Arabia Saudí, con caídas de casi el 49%.
En medio de esta crisis de demanda, que no solo es exterior -el mercado nacional también está paralizado-, las compañías azulejeras ven la próxima feria de Cersaie como una oportunidad para que la demanda pueda reactivarse. El evento, que se celebra del 25 al 29 de septiembre en Bologna Fiere, atraerá a más de un centenar de marcas españolas de baldosas cerámicas, que buscan allí exponer sus novedades y capear la escasez de pedidos teniendo los mercados de Estados Unidos, Francia, Reino Unido o Alemania como principal foco. Los esfuerzos promocionales de la patronal se centran precisamente en estos clientes, atendiendo a la caída de las ventas especialmente en estos países.
A diferencia de Cevisama, Cersaie sí contará con empresas como Pamesa o Porcelanosa que tendrán presencia con stands de sus diferentes marcas. Además, también expondrán las principales firmas de fritas, esmaltes y colores cerámicos, que tampoco participaron en la última edición de la feria española. Según el portal web de Cersaie, serán doce las compañías esmalteras españolas con stand en la feria italiana.