Foto: EDUARDO MANZANAVALÈNCIA. "La salud no se podrá digitalizar si las startups no entran de lleno en el sector público". Así lo cree Fran Estevan, fundador y CEO de InnEurope y fundador de 100Startups, organización promotora de la jornada 'Inteligencia Artificial (IA) en la salud digital' que se celebró la pasada semana con el patrocinio de la compañía Boehringer Ingelheim en Innsomnia. Estevan señala que la inteligencia artificial tendrá un papel fundamental en el diagnóstico clínico, pero habrá que tener cuidado con los "límites que plantea la ética".
- ¿Qué aporta 100Startups al ecosistema de eventos?
- Hay un exceso de eventos basados en el contenido, la comunicación y el marketing, y ahí nosotros tenemos poco que aportar. Sin embargo los eventos business inspired no están tan desarrollados como en Estados Unidos. 100Startups aporta una visión única en el mundo de los eventos al tratarse de un acontecimiento cuyos leads y contactos se generan mucho tiempo antes. Es fundamental conocer la industria y el sector en el que te mueves y tener acceso a todos los stakeholders. La idea que subyace es qué al finalizar, las empresas y startups participantes nos cuenten los negocios y proyectos que han generado durante el evento para que desde 100Startups podamos seguir ayudándolas
- ¿Qué papel va a jugar la inteligencia artificial en el sector salud?
- La pregunta es inmensa y casi inabarcable. A la luz de lo tratado en el evento con Boehringer diría que tendrá un papel fundamental en el diagnóstico clínico, pero habrá que tener cuidado con los límites que plantea la ética y, por supuesto, con los que marca la regulación. Aún no sabemos muy bien quién asumirá la responsabilidad en caso de errores de diagnóstico, y eso es un problema. Más allá de estos límites lógicos, el potencial de la IA en salud es infinito, estamos sólo en la prehistoria de su aplicación.
- ¿Qué supone colaborar con Boehringer Ingelheim para reflexionar sobre la inteligencia artificial y la salud?
- Para 100Startups este tipo de eventos son de vital importancia. Por un lado, nos permiten conocer mejor como afronta la industria de la salud los principales retos que le plantean las nuevas tecnologías y la irrupción de la IA, pero es que además nos permite conectar esos retos con startups y scaleups de toda Europa que están co-creando productos y servicios junto a grandes corporaciones.
Nuestra colaboración con Boehringer Ingelheim se extiende a lo largo de los últimos dos años en eventos y encuentros de menor tamaño pero igual de interesantes. Creo que su apuesta de conexión con el ecosistema de health está muy bien diseñada.
- ¿Hace falta más colaboración público-privada para innovar en salud?
- Sin duda. La salud no se podrá digitalizar si las startups no entran de lleno en el sector público, principalmente en atención primaria, y, en un segundo nivel en gestión hospitalaria. Además de fomentar los mecanismos de partenariado para dotarlos de una mayor agilidad, resulta fundamental que en instrumentos como el PERTE de Salud de Vanguardia se reserve un espacio mayor de protagonismo para la innovación que viene del mundo de la tecnología y las startups.
- ¿Hace falta favorecer la compra público-innovadora en este área?
- La idea de la compra pública de innovación es contundente: compremos bienes y servicios valorando las ofertas por su alcance innovador, pero luego su ejecución práctica es muy compleja. Este no es un problema exclusivo que se dé en España; Suecia, Italia o Francia; hasta donde nosotros sabemos, están experimentando problemas similares en su aplicación. Desde 100Startups estamos organizando una Conferencia Europea sobre Compra Pública de Innovación y sobre los principales retos y desafíos que ésta plantea, que celebraremos en el mes de junio.
-¿Puede la inteligencia artificial favorecer la mejora de los tiempos del sistema público valenciano?
- Yo creo que sí, es más, ya hay algunos proyectos pilotos en clínicos muy concretos que demuestran el enorme potencial de la IA en los momentos del diagnóstico y redireccionamiento de pacientes. Los modelos comparativos existen ya pero hemos de encontrar un marco de aplicación controlado, un sandbox, que nos permita extraer conclusiones con un mayor volumen de interacciones.
- ¿Cuáles son las principales barreras a tratar para innovar en salud e inteligencia artificial dado que el gran parte del sistema sanitario es público?
- De un modo u otro las he mencionado antes: la lentitud en la toma de decisiones, la excesiva burocratización de los procesos de implantación y la complejidad en la contratación de soluciones no estandarizadas. Quizás un sistema de pruebas o sandbox comunitario en el que todas las regiones pudiesen compartir soluciones y pruebas sería un buen apoyo para acelerar el proceso de digitalización de la sanidad pública.
- ¿Hay que marcarse límites éticos claros para aplicar este tipo de tecnologías?
- No soy ni ético ni filosófo pero creo que todos comprendimos el dilema que se planteó con el coche autónomo: qué decide la máquina, ¿lanzarse al vacío y atropellar a un ser humano? En salud el bien mayor a proteger es la propia vida de las personas por eso habrá que fijar límites a nivel comunitario que luego se trasladen en la definición de una nueva regulación.
