VALèNCIA. València se ha convertido en una ciudad atractiva para iniciar nuevos proyectos y, en esta ocasión, la alta joyería llama a su puerta. Hannah Carnegie, sexta generación de la conocida familia estadounidense que le da apellido, ha lanzado desde la ciudad su primera colección de joyas de lujo inspirada en los insectos. Lo hace de la mano de la firma gestora de inversiones Net de Gerrers, especialista en hacer crecer compañías y lanzarlas al mercado americano.
La diseñadora, familia del conocido industrial y filántropo Andrew Carnegie, heredó la pasión por la joyería de su madre, Gogo Ferguson, fundadora de Gogo Jewelry. Carnegie colaboró en algunas de sus colecciones e incluso llegó a presidir la compañía tras estudiar orfebrería en México. Años después decidió dejar la parte más administrativa para pasar a la creativa, fundando la actual firma con el diseñador Sergio Carrión como socio.
La colección, bajo el título “La arquitectura de los insectos”, está inspirada en su vida rodeada de naturaleza en Cumberland Island, donde creció la diseñadora. Un espacio en el que predominaba el entorno natural y que ahora busca reflejar en unas creaciones que quieren transmitir la simetría y forma de la flora y la fauna. “Espero que la gente pueda apreciar, a través de mis colecciones, elementos que pasan desapercibidos como los insectos, a los que no se les presta atención”, explica Carnegie. “Tenemos muchas ideas, aunque siempre acaban en el entorno natural”.
En la colección, los escarabajos son los protagonistas por las posibilidades de diseño que dan. "Se compone de 7 pares de pendientes, 1 anillo y 1 par de gemelos en oro de 18Kts y piedras preciosas, apostando sobre todo por el uso de diamantes azules o champagne, así como de un brazalete y dos bases de anillo en plata de primera ley, que sirven de soporte para colocar la colección de pendientes”, explica Sergio Carrión, project manager y co-diseñador de la firma, quien ha trabajado durante 17 años de la mano del reconocido joyero valenciano Vicente Gracia. No es el primer proyecto conjunto de Carrión y Carnegie, quienes crearon el pasado año un bolso a favor de la Fundación Príncipe de Gales por uno de los mayores importes alcanzados históricamente en la subasta.
“He hecho de maestro de ceremonias en todo lo que he podido”, asegura Gracia, quien explica que conoció a Carnegie y su madre en una exposición en la tienda Berneys en Nueva York. “Les convencí para que se vinieran a vivir a Valencia”, asegura. Ahora, el valenciano hace de anfitrión y es que el primer lugar donde se puede comprar la colección de la joven diseñadora es la tienda del reconocido joyero en la calle de La Paz. Próximamente, también podrán adquirirse en su tienda online.
La totalidad de las piezas son fabricadas en València, con la intención de estar lo más próxima al proceso de producción. “Es importante producir en la ciudad para asegurarse de que las piezas expresan la idea principal y que se hacen como tú habías planeado”, explica Carnegie. La orfebre pone el foco en un público que valore la excepcionalidad de las piezas en un trabajo que pretende crear “arte ponible”.
“La relación que he tenido siempre con la naturaleza ha implicado que desarrolle una sensibilidad especial hacia todo lo que tenga que ver con ella y es algo que intento plasmar en mi colección. Adoro diseñar, pero también creo que estamos en un momento en el que la gente necesita concienciarse con el medio ambiente, de manera que, si puedo contribuir realizando estas piezas, estaré haciendo algo muy importante para mí”, asegura. De hecho, la diseñadora donará parte de sus beneficios a fundaciones y organizaciones vinculadas a la naturaleza.