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opinión

¿Hay que preocuparse por el último mensaje de Lagarde (BCE)?

"El actual entorno inestable plantea riesgos considerables para la estabilidad financiera de Europa" señaló recientemente la presidenta de la institución monetaria europea

13/12/2022 - 

MADRID. A dos días vista de la importante reunión que los miembros del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) mantendrán el próximo 15 de diciembre, Christine Lagarde declaró en una de sus múltiples comparecencias que "el actual entorno inestable plantea riesgos considerables para la estabilidad financiera de Europa". ¿Hay que preocuparse? Pues creo que sí, que hay que preocuparse…

Desde 2011 el endeudamiento de los países de la Eurozona no ha hecho más que crecer. Primero fueron los impactos de la crisis financiera que motivaron la reacción del BCE precisamente, comandado en aquel momento por Mario Draghi y su famoso: “haremos todo lo necesario para salvar al euro”.

El BCE es una entidad hiperconservadora desarrollada a imagen y semejanza del Bundesbank, con el aparente único objetivo de controlar y combatir la inflación, que se transformó en un organismo capaz de generar un enorme conjunto de medidas anticrisis. Lo hizo ante la falta de capacidad de tomar decisiones por parte de los gobiernos de los países europeos, divididos entre acreedores y deudores, entre ortodoxos y lasos. Lo cierto es que a partir de aquellos momentos en Europa se levantó la mano y lejos de corregirse los 'excesos de deuda' durante años -aprovechando la política de 'tipos cero'- comenzó un proceso emisor que luego ya ha sido muy difícil de controlar.

Cuando parecía que los bancos centrales comenzarían a reducir su balance apareció la crisis comercial arancelaria global después la covid-19 y las medidas extraordinarias para controlar la pandemia y ¿ahora? Pues que nos encontramos con una situación tremendamente complicada en la que para atajar la desbocada inflación hay que subir los tipos de interés y comenzar -sí o sí- a plantearse reducir el balance del BCE. Todo ello en un momento en el que el endeudamiento en Europa es realmente elevado, con muchos países con un ratio Deuda/PIB superior al 100%:

  • Francia: 2,92 billones de euros (113,1% Deuda/PIB)
  • Italia: 2,76 billones de euros (150,2% Deuda/PIB)
  • Alemania: 2,51 billones de euros (67,2% Deuda/PIB)
  • España: 1,47 billones de euros (116,1% Deuda/PIB)
  • Bélgica: 0,57 billones de euros (108,3% Deuda/PIB)
  • Grecia: 0,36 billones de euros (182,1% Deuda/PIB)
  • Portugal: 0,28 billones de euros (123,4% Deuda/PIB)


Pero en la relación Deuda/PIB no termina el problema. La otra parte está en el déficit presupuestario: Grecia, Italia y España superan el 7%. En este punto, nos encontramos con una paradoja importante: La inflación, que perjudica sobremanera a ahorradores y a inversores, es muy positiva para aquellos sujetos que están altamente endeudados, ya sea un particular, una empresa o un país. Siempre que la tasa de crecimiento del PIB nominal sea mayor que el coste de los intereses de la deuda no vamos mal… y con ello quiero decir que es 'soportable' para los países que están más endeudados.

El problema vendría en el momento en que la inflación esté controlada y los tipos de interés permanezcan comparativamente elevados junto a un crecimiento estancado de la economía. Y por ahí pueden ir los tiros de lo declarado por Lagarde, porque es probable que en unos meses nos encontremos con este panorama. 

Reducción del tamaño de balance

Aunque se supone que el BCE ha considerado mecanismos para evitar que la prima de riesgo de países como Grecia -sobre todo Italia y España- se desmanden, a la hora de la verdad habría que ver cómo puede solucionar el problema. Algo que afectaría con mucho a los bancos de esos países, que son los grandes tenedores de la deuda emitida y que hasta ahora no han tenido problema para hacerla líquida sin impacto en sus precios gracias a las compras 'sin límite' de la institución monetaria europea.

Recordemos que un elemento delicado de los anuncios que hará el BCE durante los próximos meses se referirá a sus planes para ir disminuyendo el tamaño de su balance, es decir, ir reduciendo la reinversión de los vencimientos de deuda soberana en su poder. Por ello deberá ser muy cuidadoso con la gradualidad del proceso para evitar una reacción adversa de la deuda -en especial de la periférica- y, por tanto, dañar irreversiblemente al sistema financiero europeo. Y esto no va a ser nada fácil.

Antonio Castelo es analista de iBroker

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