MADRID. El análisis de esta semana se dirige al sector tecnológico, esta vez de manos de Indra. La compañía parece despertar el interés de inversores, en el actual escenario de confrontación entre Rusia y Ucrania. Esto se debe a que sus servicios incluyen soluciones tecnológicas orientadas a Defensa y Seguridad.
Con una caída del 10% en bolsa en lo que va de año, Indra se sitúa en la segunda mitad de la tabla en el selectivo español. A nivel sectorial, también queda un tanto rezagada con respecto a otros competidores como Amper, Ezentis o Telefónica. El precio actualmente fluctúa en la frontera de los 8,55 euros/acción, tras registrar una caída de más del 20% desde el pasado 28 de febrero.
En el actual escenario de conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, se ha detectado un claro viraje del capital en bolsa desde cíclicas como las entidades financieras (bancos y similares) o turísticas en dirección a las renovables y compañías especializadas en servicios de defensa.
Las principales compañías de defensa en Europa ya acumulaban 24.000 millones en suelo bursátil desde que se iniciase dicho conflicto, lo que ha impulsado a los inversores hacia este sector. El atractivo que a priori despierta Indra sobre los inversores puede observarse en la subida de casi el 30% registrada entre el 24 de febrero (fecha en que Rusia comenzó a enviar tropas a Ucrania) y el 28 de febrero, fecha en que comenzó a corregir a la baja.
Desde el punto de vista fundamental, Indra cerró con éxito el ejercicio 2021, lo cual se evidenció en su publicación de resultados del pasado 23 de febrero. Los beneficios volvieron a cerrarse en positivo (143 millones de euros), algo que no se observaba desde 2019 (121 millones); en 2020, esta cifra fue negativa (65 millones de pérdida).
Otros indicadores como los flujos de caja, ingresos y cartera, también presentaron cifras históricas para la compañía. La cifra de ventas también ha crecido significativamente en la división de Transporte y Defensa (+12,3% con respecto al ejercicio 2021).
A nivel técnico, el precio ha rebotado recientemente desde su mínimo local en 8,393 euros tras la caída de más del 20% desde el 28 de febrero. Ahora se dirige hacia el nivel 23,6% del retroceso de Fibonacci trazado desde el último máximo registrado el 14 de diciembre de 2021. En caso de traspasar esta frontera, el siguiente objetivo estaría más cerca de los 10 euros/acción.
Miguel Momobela es analista de XTB