VALÈNCIA. La Comunitat Valenciana aumentó sus exportaciones un 1% entre enero y julio de este año hasta totalizar los 17.845 millones de euros, según los datos publicados por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad. Los mismos que recogieron que las importaciones aumentaron un 9,4% hasta los 15.615 millones de euros, lo que redujo un 34,6% el superávit comercial hasta los 2.230 millones. De esta forma las importaciones crecieron en los siete primeros meses del año casi diez veces más que las exportaciones.
Pero la cosa no queda ahí para entender que los vientos de cola siguen soplando cada vez menos sobre las ventas de los productos de la Comunitat fuera de España, tal y como viene advirtiendo este diario en los últimos meses. Según los mismos datos del informe de Comercio Exterior correspondientes a julio pasado, la Comunitat presenta el cuarto peor balance exportador de todas las comunidades autónomas.
Así, entre enero y julio de 2017 las ventas solo han crecido un 1% -gracias al +5,8% de Castellón y al +2,3% de Alicante porque en Valencia cayeron un 1,2%-, que es el repunte más bajo superando solo a Castilla León (-4%), Cantabria (-3,7%) y Navarra (-1,2%).
Además, tal y como viene repitiéndose en los últimos tiempos las ventas valencianas hacia tierras estadounidenses y británica siguen a la baja. Y muy especialmente en el primer caso, dado que las exportaciones y las importaciones retroceden a un ritmo del 4,6% y 0,6% respectivamente hasta los 1.119 millones y 937 millones. Para entendernos: los empresarios venden y compran menos fuera de la Comunitat Valenciana.
En lo que al Reino Unido se refiere, y con las negociaciones del Brexit sobre la mesa -y lo que todavía queda-, las exportaciones presentan una bajada del 8,5% hasta junio quedándose en los 1.700 millones de euros; mientras que las importaciones subieron en dicho periodo apenas dos décimas hasta los 762 millones.
Una vez más el sector del automóvil -por aquello de Ford- llevó el peso de las exportaciones valencianas con un 26,7% del total, que registró una caída del 4,6% entre enero y julio de este año hasta los 4.765 millones de euros. Por su parte, la alimentación, bebidas y tabaco -la otra pata fuerte de las ventas autonómicas- registró un aumento del 3,1% hasta los 3.344 millones.
En cuanto a las importaciones, cuyo principal sector también sigue siendo el sector del automóvil con casi una quinta parte del total, los mayores incrementos se dieron hasta julio en semimanufacturas no químicas con un crecimiento del 28,5% hasta los 1.561 millones; productos energéticos (+25,4% y 1.363 millones); y bienes de consumo duradero (+11% y 534 millones). Por cierto que las ventas en el sector automovilístico repuntaron un 7,4% hasta los 3.097 millones de euros.
Las exportaciones españolas de bienes y servicios crecieron con fuerza tras la Gran Recesión aumentando su peso en el PIB hasta el 39% en 2023, 13 puntos más que en 2008.