VALÈNCIA. El curso empezó con la bautizada como 'crisis del patinete' de Lime, después de que la empresa inundara València con sus vehículos de movilidad personal sin la autorización preceptiva. Aun así, tampoco estaba regulado cómo podían circular los patinetes por la ciudad, puesto que la ordenanza de circulación vigente los prohibía. Este obstáculo ya está en trámites de superarse con el borrador de la nueva ordenanza de movilidad. Sin embargo, serán las áreas controladas por Carlos Galiana, el edil de Comercio y de Espacio Público, las que deberán regular las actividades económicas que se realicen con estos vehículos en las calles.
Precisamente la falta de una ordenanza al respecto mantiene a en espera no sólo a empresas de 'sharing' de patinetes eléctricos, como Lime, sino también a otras de 'carsharing'. Este texto podría incluir limitaciones en la ocupación del espacio público y fijará el pago de una tasa por la realización de una actividad económica en la vía pública, como se hace con las terrazas, por ejemplo.
Lime ya se reunió con Galiana a finales de septiembre para avanzar en la "fórmula legal correcta". No así se ha producido con CarGreen, la empresa que pretende implantar el 'carsharing' con vehículos eléctricos en la capital del Túria y en el área metropolitana. Una de sus propuestas es construir cargadores eléctricos en la ciudad, y esto también supondría el pago de otra tasa. Ambas cuestiones, la de el ejercicio de su actividad en la vía pública, y la implementación de cargadores, tendrán su lugar en dicha reunión.
Tal y como contó Valencia Plaza, la empresa valenciana de Alejandro Villamuera ha puesto el grito en el cielo en varias ocasiones ante la falta de entusiasmo que, primero el edil de Movilidad Giuseppe Grezzi, y ahora Galiana, han demostrado para concertar una reunión. Es más, ha tildado de "agravio comparativo" que el consistorio haya recibido con premura a Lime, pese a que haya incumplido la normativa y las advertencias del Ayuntamiento.
Otra de las cuestiones que afectan al 'carsharing' tiene que ver con el aparcamiento en zona azul. La intención es introducir otra tasa a estas empresas por ocupar dicho espacio. Su cálculo, según ha explicado el concejal de Hacienda Ramón Vilar, se hará a partir del precio actual que fija la O.R.A, del precio por metro líneal de vado, y de la tasa que se cobra a las terrazas. Se aplicaría como recompensa a la concesionaria de la zona azul por la ocupación de su espacio.
Sin embargo, CarGreen se opone dado que, argumenta su representante, "sería la única ciudad de España que cobra a los vehículos eléctricos por aparcar en la zona azul". La intención de la empresa es que el Ayuntamiento exima de este pago a todos los vehículos eléctricos, también los particulares. Este será uno de los puntos a negociar.
Con todo, la concejalía de Hacienda que dirige Vilar es la que deberá cuantificar tanto la tasa a la actividad económica en la vía pública como la de la zona azul. Pero ese trabajo se realizará después de que el departamento de Galiana elabore el 'texto madre'. Sin él, no se puede continuar con el procedimiento.