VALÈNCIA. (VP) La Federación de Vecinos de València ha presentado este miércoles una moción ante Alcaldía y a todos los grupos municipales del Ayuntamiento en la que se solicita la creación del Observatorio del Ocio y del Turismo de València. El objetivo es, según ha explicado en un comunicado, coordinar todas las medidas para garantizar la convivencia entre los vecinos y el sector turístico y del ocio, "especialmente en las zonas más concurridas".
La Federación considera necesario este foro, que ya funciona en otras ciudades como Madrid, debido al "escaso efecto de las medidas planteadas hasta ahora para tratar de reducir la superficie de las terrazas en aquellos puntos en los que existe una sobreocupación del espacio público, de frenar comportamientos incívicos como el botellón o de controlar de una forma efectiva los apartamentos turísticos".
En concreto, la Federación, junto a las asociaciones de los barrios que son Zona Acústicamente Saturada (ZAS) y pre ZAS, se reunió en diciembre de 2016 con el alcalde de València, Joan Ribó, y con varios de sus ediles, para trasladarle los problemas mencionados y proponerle varias medidas, entre ellas, la creación de este observatorio.
Tras aquella reunión, se creó una mesa de terrazas con el concejal de
Espacio Público, Carlos Galiana, representantes de la Policía Local y
hosteleros, que tras un año de trabajo no logró el objetivo deseado de
aplicar una reducción efectiva en zonas saturadas como el centro
histórico, Russafa, Xúquer o Benimaclet.
Explica la Federación que en las últimas reuniones, incluso dejaron de asistir representantes policiales, "lo que generó una total inoperatividad de la mesa, hasta el punto que el propio Galiana propuso una nueva reunión con el alcalde.
Sin embargo, tras desestimarla el propio Ribó recientemente, la
Federación ha considerado oportuno que se debata en el pleno la creación de este Observatorio, que incluiría a todos los agentes implicados y serviría para analizar periódicamente la situación de los barrios y los resultados de las medidas que se acuerden.
Los problemas, arguyen, no sólo se circunscriben a zonas de ocio como El Carmen, Russafa, Xúquer, Woody, Juan Llorens, Benimaclet o la plaza del Cedro -la mayoría de ellas declaradas ZAS-, sino que empieza a afectar a otros barrios, como Natzaret, donde piden medidas para frenar los gases contaminantes de los cruceros y para evitar la saturación de determinadas líneas de la EMT como la 4 y la 95.
La Federación ha explicado que "no está en contra de la hostelería, ni mucho menos del turismo, y es consciente de la gran riqueza que aporta y de los puestos de trabajo que genera", sino que pretende "consensuar unas reglas del juego que permitan desarrollar esa actividad de una forma tranquila y segura, evitando abusos que generan problemas de convivencia con el vecindario".